viernes, 19 de junio de 2020

PERLAS ESCOLARES. Gustavo Romera Marcos

MIS PERLAS LITERARIAS 60
18-06/2020

Todos recordamos perlas de nuestra vida escolar y, en mi caso, con más ocasiones por haberme ganado las habichuelas en Institutos de fuera, o las ensalás de alubias en el Instituto de Moratalla.


Voy a referirme a cuatro que, vistas ahora en la distancia, me parecen perlas preciosas, o graciosas, según se mire.

1. Don Germán Teruel, mi maestro de insigne memoria, le dijo a uno de mis compañeros que le citara un mamífero. El alumno estaba pegao y otro compañero le sopló, por lo bajini: “Una ballena”. El maestro, agudo de mente y de oído, se puso junto al susodicho, e insistió en que le dijera otro mamífero. La respuesta del alumno fue irrebatible: “¡Otra ballena!”.

2. Mi profesor propuso una Redacción sobre un entierro. Cuando le pidió a un compañero que leyera su trabajo en voz alta, éste empezó diciendo: “Primeramente, se mete el muerto en la caja…”. El maestro fue cortante: “¡No es menester que sigas, nenico!”.

3. Les estaba explicando a mis alumnos que el artículo árabe “AL” se unía, a veces, a sustantivos de origen latino. Por ejemplo, la palabra árabe “al-qanṭarah”, que significa “el puente”, se duplicaba en “El Puente de Alcántara”. Recurrí al ejemplo moratallero del conocido “alazor” pensando que era fácil de suponer. Pregunté el significado a un alumno, del que sólo recuerdo su apodo, -¿me perdonas, Rubiro?- y su respuesta fue tan inexacta como poética y lógica: “¡Pájaro de Alá!”. 

4. Ésta me la contó un amigo, maestro, y ocurrió también en Moratalla. Hablando de los quebrados, les explicó que, cuando el numerador y el denominador eran iguales, equivalían a la unidad. Así, si uno se come ¼ de una tortilla, se habrá comido 1 de los 4 trozos de la tortilla… 
-¿Y si se come 4/4, qué cantidad de tortilla se habrá comido? 
-(Todos a coro) ¡La tortilla entera!... 
Finalmente, aclaró que, por ese motivo, el numerador no podía ser nunca mayor que el denominador. Así, recurriendo al absurdo, preguntó a un alumno:
-¿Cómo estará de llena una plaza de toros que tiene ocupadas sus once décimas partes? 
El alumno demostró que lo había entendido perfectamente: 
-¡RECALCÁ!

P.D. Y ahora, ya sabéis, mis pacientes lectores, el que esté libre de pecado que lancé la primera perla...

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