miércoles, 12 de agosto de 2020

¡EL MUNDO ESTÁ ENMASCARILLADO!... Gustavo Romera Marcos

MIS PERLAS LITERARIAS 81
10-08-2020

¡EL MUNDO ESTÁ ENMASCARILLADO! ... ¿QUIÉN LO DESENMASCARILLARÁ?

Esta obsesión por las dichosas mascarillas me está obsesionando tanto que estoy totalmente obsesionado. Se me ha disparado esta obsesión y he escrito estas veinte OCURRENCIAS, pero con la promesa de que no voy a hablar más de estos tapabocas -porque la nariz no me cabe dentro- ; ni tampoco de la pandemia en general, tanto en mi MURO como en mis HISTORIAS… a ver si olvidando nosotros el virus, se olvida el virus de nosotros… Las he puesto numeradas pero en orden analfabético.
1. (Apostilla al título). Una cosa es el ENMASCARADO que le pide al cajero la bolsa o la vida; y otra muy distinta, el ENMASCARILLADO que le pide al cajero automático su saldo y ve que ha perdido la Bolsa y la Vida.
2. Llevar mascarilla es algo mucho peor que dentar, los dientes sólo duelen cuando te salen… pero a las mascarillas nunca te acostumbras.
3. No sé si me libraré del virus… pero he conseguido librarme de sus noticias… ¡Algo es algo!
4. Es verdad que la mascarilla resalta los ojos... pero los míos se me siguen yendo solos a donde la espalda pierde su casto nombre, y a los cántaros de miel de Carlos Mejía Godoy… ¡Qué quieres que te diga!
5. Era un aprensivo tan roñoso que, en vez de cambiar de mascarilla… cambiaba sólo las gomas... que reciclaba de los ajos tiernos.
6. ¡Qué estornudo daría con la mascarilla puesta… que sus orejas lo abofetearon!
7. Los amigos de las playas nudistas se siguen conociendo… incluso con la mascarilla puesta.
8. Nunca digas “con esta mascarilla no beberé”… para no darles ideas a los expertos... Ahora que caigo, me distraje con el móvil, me bebí el zumo de naranja con la mascarilla puesta y no pasaron los granillos...
9. Las mascarillas han borrado las diferencias sociales… Cada diente de oro vale lo mismo que una mella.
10. La mascarilla no consiguió ocultarle la sonrisa... porque no se había reído nunca.
11. Las mascarillas calman los ánimos… porque no dejan que nadie enseñe los dientes.
12. Las mascarillas atenúan el cansancio físico… porque, aunque te estés desmayando, no te permiten ir con la lengua fuera.
13. Una sonrisa no cuesta nada… pero, con la mascarilla, “¡yapaqué!”
14. Con la mascarilla puedes hablar… pero no puedes decir "esta boca es mía".
15. Sopló tan fuerte las velas de la tarta con la mascarilla puesta… que salió de cabeza volando por la ventana viento en popa a toda vela (Ocurrencia en colaboración con mi colega Espronceda.)
16. La mascarilla es un invento que no te permite burlas… porque no puedes sacarle la lengua a nadie.
17. El virus no sé yo si pasaría por su mascarilla… pero la peste a ajo lo hacía tan perfectamente que te volcaba de espaldas y sin colchoneta.
18. Como no saquen una vacuna antes de los alatones… ya tengo patentada una mascarilla con un bujero pa poder meter el canute…
19. Aquella mascarilla era tan perfecta que sólo permitía que pasaran las palabras agudas… Los boquerones y los calamares los tuve que pedir de uno en uno; el jamón fue de york porque no pudo ser ibérico… No pude beber vino, ni cerveza, ni tónica, ni agua… ¡Pero me arregló el cuerpo un chuletón al roquefort acompañado de ron con limón! 
20. Para olvidarme definitivamente de este tema y, como no quiero soltar tacos, ahí lleváis estos cuatro versos, llamados de “cabo roto”:
El foco le hace a la...
lo que la horquilla hace al...
Mascarilla tapa...
y compresa tapa...
P.D. He numerado las OCURRENCIAS para pediros un favor: Que hagáis un comentario aunque sólo pongáis el número de vuestra preferida y así puedo orientarme sobre el tipo de humor que gusta más a mis sufridos lectores. 
¡Vistilla que tiene uno!


LA VÍBORA QUE SALVÓ LA VIDA A UN LEÑADOR. Gustavo Romera Marcos

MIS PERLAS LITERARIAS 80
06-08-2020

LA VÍBORA QUE LE SALVÓ LA VIDA A UN LEÑADOR

Un anciano me contó este suceso real que le había contado su abuelo cuando él era niño, lo que hace que se remonte a principios del siglo XX.
Un moratallero estaba en el monte recogiendo piñas sin más compañía que la de su vigoroso burro y tuvo la desgracia de que le picara una víbora, el único reptil venenoso de estos andurriales.
Con el susto lógico, chupó y escupió apresuradamente todo el veneno que pudo pero, pensando que podría perder el conocimiento antes de poder llegar al pueblo, soltó el ramal del burro y se montó atravesado y tumbado boca abajo dentro del serón, con la esperanza de que el animal encontraría solo el camino de regreso a su cuadra, como así fue.
Nunca se supo cuánto tiempo tardó en quedar inconsciente pero lo cierto fue que, al llegar el burro solo a la Cruz del Humilladero, unos vecinos vieron la espalda de tan extraño jinete y temieron que estuviera muerto porque no se movía ni respondía a sus gritos de alarma. 
Cuando se acercaron, se quedaron boquiabiertos al ver que una víbora iba arrastrando su cola por el suelo colgada de un brazo que sobresalía del serón. 
El hombre no estaba muerto pero sí la víbora que él mismo había conseguido matar y atar fuertemente a su muñeca. 
El mensaje no daba lugar a dudas, lo llevaron urgentemente al médico y llegaron a tiempo de que se salvara.
La víbora lo puso al borde de la muerte pero, paradójicamente, también le salvó la vida después de muerta… con la ayuda de la ingeniosa ocurrencia de la víctima… y con la inestimable colaboración del ya sufrido asno, que demostró no ser burro, y que fue el que llevó todo el peso de esta historia tan increíble como verdadera.
El progreso no siempre trae ventajas. Si aquel hombre hubiera ido en una moderna furgoneta de las actuales, con GPS incluido, probablemente hubiera perdido la vida porque no hubiera sabido recorrer sola el camino de regreso hacia su cochera.
P. D. Este episodio me recuerda el del jarro de vino que aparece en “El Lazarillo de Tormes”, y las palabras de su ciego amo: Lavóme con vino las roturas que con los pedazos del jarro me había hecho, y sonriéndose decía: ¿Qué te parece, Lázaro? Lo que te enfermó te sana y da salud…”.
La foto adjunta de Moratalla es propiedad de don Ramón Rueda Ciller, que me la cedió desinteresadamente.


lunes, 10 de agosto de 2020

SOY MÁS VIEJO QUE EL BOLÍGRAFO. Gustavo Romera Marcos.

MIS PERLAS LITERARIAS 79
04-08-2020

SOY MÁS VIEJO QUE EL BOLÍGRAFO

Pertenezco a la camada escolar que vivió de primera mano la gran liberación manuscrita que supuso la llegada del bolígrafo a Moratalla. Me explicaré con ironía pero con hechos completamente ciertos.

Recuerdo escribir en la escuela de don Miguel, en la calle Prim, en 1961 o 62, con aquellos palilleros de plumines recambiables que tenías que mojar en los tinteros incrustados, no sé cómo, en los pupitres dobles. Tinteros que el propio maestro recargaba con una tinta, siempre azul, que él mismo fabricaba diluyendo en agua unas pastillas de “fuchina”.

Para que se me entienda, escribir "Moratalla" suponía tener que mojar -Mo…- tres o cuatro veces -ra…- escurriendo la tinta sobrante -ta…- en el borde del tintero, lla… ¡ya!; con el agravante de no poder cambiar el ángulo del plumín porque caía un borrón de tinta y vuelta a empezar si querías un escrito decente. El obligado ángulo de inclinación también impedía hacer líneas curvas, y no digamos círculos completos, que debías dibujar con el plumín fijo girando el papel con la otra mano. Y con el problema añadido de que la tinta fresca se corría con tanta facilidad que había que usar el papel secante antes de levantar la hoja porque, de lo contrario, las palabras empezaban a llorar por la ley de la gravedad; y el apenado escritor, por la gravedad de dicha ley, para su desdicha.

Ya existían las plumas estilográficas pero eran tan caras y frágiles que, como las medicinas, había que mantenerlas fuera del alcance de los niños, pero no por riesgo de los niños sino de las propias estilográficas. Ahora que caigo, en las medicinas no se dice nada del alcance de las niñas, y algún padre metódico lo va a tomar al pie de la letra y puede pasar cualquier desgracia, ¡Dios no lo quiera!

Pero llegó la noticia de un gran invento a prueba de niñas y niños: Una cosa con la punta como un lápiz pero metálica; con la tinta dentro de una tripa para no tener que mojar nunca jamás; que no echaba borrones; y que, además, permitía escribir en todas direcciones. El !BOLÍGRAFO! Era algo tan increíble que no podía ser cierto, pero vaya si lo fue. Escribir “Moratalla” de un tirón era un descubrimiento semejante al de Colón, salvadas las distancias entre nuestro pueblo y las Indias.

Los primeros bolígrafos, BIC, transparentes hasta la mitad y con capuchón metálico dorado, no eran un objeto lujoso en sí pero sí un artículo de lujo, hasta tal punto que sus privilegiados dueños no se lo dejaban a nadie porque bajaba alarmantemente el nivel de la transparente y valiosa tripa. Costaban nada menos que un duro, o cinco pesetas de entonces, pero un jornal valía nada más que cinco duros y los bolígrafos eran muy duros para hincarles el diente en aquellos años tan hambrientos.

Quién no haya mojado en un tintero los antiguos plumines no puede comprender el verdadero valor de un bolígrafo porque ahora, aunque los bolis se regalen, no son un regalo sino un reclamo publicitario. ¡Cómo cambia el mundo!, mayormente el de la escritura, porque ahora ese maravilloso invento está destinado a la vitrina de un museo, arrinconado por la escritura digital, a la que no se le gasta la tinta porque no gasta de eso, pero sí gasta electricidad y se le puede gastar la batería... ¡Los inventos cambian pero el gasto sigue!

P.D. Cuando pienso en escritores como Lope de Vega (autor de unas 1500 comedias, unos 3000 sonetos, varias novelas y epopeyas, y cientos de poemas… moja que te moja en un tintero una pluma verdadera de ganso o de cisne…) se me pone la carne de gallina sin plumas. ¡Qué no hubiera escrito este insigne polígrafo si hubiera conocido el bolígrafo!


LA ESFINGE MORATALLERA. Gustavo Romera Marcos.

MIS PERLAS LITERARIAS 78
01-08-2020

LA ESFINGE MORATALLERA

Moratalla no tiene esfinges de piedra pero sí tuvo una de carne y hueso que ya forma parte de su mitología popular: el HOMBRE LEÓN.

No recuerdo haberlo conocido personalmente pero tengo testimonios directos de quienes lo conocieron. El mote le venía por su poblada barba y su larga melena desaliñada pero no han trascendido otros detalles de su vida, salvo su condición de aventajado discípulo de Baco -versión poética-, o de aficionado a empinar el codo -versión castiza-, pero sin llegar a ser un alcohólico anónimo porque era muy conocido por todos, sobre todo por los taberneros.

He recogido tres episodios de su vida.
1. En una taberna, pidió su desayuno habitual, un “garrampón” -vaso muy grande- raso de vino. Se lo apuró de golpe sin derramar ni una sola gota y, un viajante forastero que lo vio, mezclando su sorpresa, su asombro, y su incredulidad, se dijo por lo bajini: "Ese vaso no me lo bebo yo ni de agua". El rey de la selva moratallera, de agudo oído felino, sin apartar la vista del vaso exangüe de Cristo, puntualizó escuetamente: "¡NI YO TAMPOCO!"

2. Una noche, un pesado bromista barista, no por gordo sino por especialista en bromas pesadas, lo obsequió con un buen garrampón de caldo de olivas negras disfrazado de vino. El agasajado se lo tiró al cuerpo de golpe y, cuando ya se iba, mantuvo por lo bajini este corto diálogo con el falso vinatero:
-¿Te queda mucho vino de ese?
-Me queda un tonel de 20 @@.
-¡POS VE DÁNDOLE MANTA QUE ESTÁ REPUNTAO!
De otra cosa no sabría la víctima pero de mostos de uva fermentados...

3. Otra noche cruda de un crudo invierno, según cuentan las buenas o malas lenguas, el mismo malafolla lo socorrió con otro garrampón de vino, esta vez auténtico, y con una pareja de hecho de anchoas, ya casposas de sal, que llevaban bailando en el fondo de la lata desde el año de la polca… A eso de las cuatro de la mañana, se oyeron dos golpes secos en la puerta del caritativo tabernero, que se asomó sobresaltado a la ventana de la segunda planta y, antes de que pudiera abrir la boca y los ojos, oyó el rugido callejero e inconfundible de la esfinge moratallera:
-¿Tienes bicarbonato?
-¿Bicarbonato a estas horas? ¿Y eso?
-¡PORQUE HE PENSAO QUE EL QUE HA ENCENDÍO EL FUEGO QUE LO APAGUE!

P. D. No aparece en las crónicas si el pirómano ejerció de bombero o no, pero la tradición oral sí recoge, desde aquel célebre incendio, que los bromistas taberneros socorristas supieron que las anchoas ancianas y casposas les dan rescoldera a los leones medio humanos, con las consecuencias que eso podría acarrearles.
Gracias, amigo Marcial, por recordarme, ayer mismo, el episodio 2, que había olvidado.


EL CONDE LUCANOR. Cuento MMXX. Gustavo Romera Marcos

MIS PERLAS LITERARIAS 77
29-07-2020
EL CONDE LUCANOR
Cuento MMXX
DE LO QUE LES ACONTECIÓ A DOS HERMANOS ATRAPADOS EN UNA RED POR CAUSA DE UNA EPIDEMIA

Una vez, hablando el Conde Lucanor con su consejero Patronio, le dijo:
-Patronio, tengo un amigo al que siempre he tenido en gran estima pero, últimamente, he cruzado con él una estrecha correspondencia y lo que empezó de broma ha acabado en una seria discusión. Dime qué debo hacer porque no quiero perder nuestra vieja amistad.
-Señor Conde Lucanor, -dijo Patronio- mi consejo es que hagáis lo que hicieron dos hermanos atrapados en una red por causa de una epidemia.
El Conde Lucanor le pidió que le contara lo ocurrido.
-En la antigua Murata Tálea de los romanos, hoy Muratalla, vivían dos hermanos que se veían todos los días y, por tanto, no tenían necesidad de escribirse. Pero se propagó una epidemia que confinó a todo el mundo, o casi, en sus respectivas casas por orden del Concejo. Y, como muchos otros confinados, ambos hermanos, por diversión y para liberarse de aquel encierro forzoso, fingieron jugar a ser desconocidos -bien sabían que no hasta sus palomas mensajeras- para intercambiar frecuentes mensajes en broma. Mensajes que acabaron siendo conocidos por toda la Villa, que les reía sus gracias.
La cosa fue bien durante varios meses, se acabó el encierro, pero no la amenaza de la epidemia, lo cual no impidió que sus palomas siguieran yendo y viniendo porque le habían tomado el gusto a la correspondencia, aunque ya se seguían viendo cara a cara, pero sólo la mitad que antes, la verdad sea dicha, debido a las mascarillas impuestas.
Se conocían tanto que, cuando se hablaban, les bastaba oír la primera palabra del otro para distinguir la verdad de la ironía. Pero llegó un día en que, de broma en broma, la cosa se complicó porque el demonio, aprovechándose de la carencia de tonos de la escritura, mezcló las bromas con las veras hasta que fue imposible saber quién había confundido el primer mensaje envenenado.
Total, que se dieron por ofendidos y decidieron encerrar sus palomas y, como eran hombres de palabra, así lo hicieron.
Cuando se volvieron a ver en persona, muy inteligentes ellos, nunca más aludieron a este asunto, y siguieron su vida como si tal cosa no fuera con ellos, sino con sus dobles, o sea, como realmente fue.
Aquel bicho invisible era muy asesino pero no tanto como para matar el amor que aquellos dos hermanos se habían tenido desde siempre.
El Conde Lucanor siguió el consejo de Patronio y le fue muy bien.

Don Juan Manuel consideró este ejemplo muy provechoso y lo condensó en esta moraleja:
Si quieres conservar amistades duraderas,
no escribas jugando con bromas y veras.

 

lunes, 27 de julio de 2020

EL NIÑO QUE IBA A LA ESCUELA SIN CARTERA. Gustavo Romera Marcos.

MIS PERLAS LITERARIAS 76
27-07-2020

EL NIÑO QUE IBA A LA ESCUELA SIN CARTERA

Había una vez un niño que iba todos los días a la escuela, bueno, en realidad lo llevaba su hermano, casi tres años mayor que él, siempre sin soltarlo de la mano por seria advertencia de su madre. En la otra mano, su hermano llevaba una lustrosa cartera de cuero, con correas y hebillas, que atesoraba un maravilloso libro sabelotodo; un plumier giratorio de tres pisos con lápices de color arcoiris; un compás que sabía hacer círculos perfectos; unas gomas de borrar con olor a nata; y hasta un sacapuntas mágico que cambiaba finas virutas de madera por una afilada punta de negro carbón... pero era de su hermano porque aquel niño no tenía cartera...

Como era el más pequeño de la escuela, se volvía invisible incluso para el maestro, pero él sí veía cómo los demás alumnos celebraban banquetes devorando a Adán y Eva; a Ias dos Castillas, la Nueva y la Vieja; o a la culta hipotenusa con sus dos hermanos catetos; todos sentados alrededor de una gran mesa rectangular... todos menos él, apartado en una silla junto a la pared, pero sin mesa propia ni sitio en la mesa de los voraces comensales.

El maestro llamaba por sus nombres a todos y cada uno de sus alumnos... menos a él, al que nunca llamaba porque era un convidado de piedra que devoraba aquellos manjares sólo con su atenta mirada y solo, siempre con las manos vacías de lápices, y los brazos cruzados de aburrimiento.

Pero se acabó el curso y el niño fue enviado a otra escuela. Ahora sí iba solo, con una mano libre y, en la otra, su propia cartera, repleta de los tesoros que siempre había soñado. Al llegar, entregó a su segundo maestro una nota donde el primero le notificaba que el mensajero no sabía leer ni escribir, pero era una noticia falsa. Ese mismo día, el maestro nuevo le dio otra noticia escrita, esta vez verdadera, para que se la entregara a sus padres: "Su hijo sabe leer y escribir muy bien para su edad". Al llegar a su casa, soltó las correas de su flamante cartera, sacó la carta secreta cuyo mensaje no imaginaba, se la dio a su madre, y ésta, al leerla, envuelta en lágrimas de emoción, abrazó tan tierna y apretadamente al cartero que sus valiosos tesoros rodaron brincando escaleras abajo.

Aquel niño se convirtió en maestro y vio cómo, año tras año, sus alumnos iban aligerando su equipaje escolar hasta llevar, finalmente, sólo un pequeño móvil sabelotodo… pero, con tantos emoticonos, vídeos, y mensajes de voz, se estaban olvidando de leer y de escribir.

P. D. Ese niño fui yo, Gustavo Romera Marcos, ¡único en internet!, y todo lo que he relatado es rigurosamente cierto, menos lo de la escalera, que fue en la planta baja, pero era menos poético. Mi primera escuela, frente a la actual Oficina de Correos, era de don Eugenio Ruiz de Amoraga; y la segunda, de don Dionisio Gutiérrez Llamas, recientemente derribada, frente a mi casa. 

AGRADECIMIENTOS: A mi primer y admirado maestro, más tarde amigo y sabio consejero, por admitirme como oyente aunque no tenía la edad escolar. A mi segundo maestro, por considerarme uno de sus alumnos predilectos, como se puede apreciar en la foto adjunta. A mi madre, por pensar que era mejor aburrirme en la escuela que en mi casa, y llevaba razón. Y a mi abnegado hermano Pepito, que sé que no me está leyendo, por no soltarme de la mitad de sus manos.


LA ENCUESTA ANIMAL DE JESUCRISTO Y SAN PEDRO. Gustavo Romera Marcos.

MIS PERLAS LITERARIAS 75
25-07-2020


LA ENCUESTA ANIMAL DE JESUCRISTO Y SAN PEDRO

Mi abuelo paterno, José Romera López, nacido en 1898, era un hombre como Antonio Machado, “en el buen sentido de la palabra, bueno”; o mejor dicho, “en esencia, bueno” porque hizo fortuna con la destilación de plantas aromáticas (1). Ahora que caigo, aunque tenía un fino sentido del humor, nunca lo oí reírse a carcajadas, quizás porque las reservaba para los oyentes de sus sabias historias. Recuerdo muchas que me contó cuando yo era niño y cuando no era tan niño. Esta era de la segunda etapa:

Un día, hablando Jesucristo con San Pedro, no se ponían de acuerdo sobre quién mandaba en las casas, el marido o la mujer; y pensaron en bajar a la Tierra con 100 caballos y 100 vacas para ir regalando en cada casa, según quien mandase, un caballo si era el marido, o una vaca si era la mujer. Así, si se quedaban antes sin caballos, los esposos que cortaban el bacalao serían mayoría; y, por el contrario, si se acababan antes las vacas, serían mayoría las mujeres que llevaban los pantalones.

Llegaban a una casa y preguntaban al matrimonio que quién mandaba. Si era el marido, ¡un caballo pa ese tío!; si era la mujer, ¡una vaca para la señora! (ojo a la fórmula de adjudicación, que yo veo ligeramente feminista). 

Así lo iban haciendo, llegaron a un cortijo y el marido, muy convencido, dijo que era él el que llevaba la voz cantante porque su mujer ni pinchaba ni cortaba. Le dieron su correspondiente caballo y se marcharon, pero no habían andado más que de aquí a la yesera del Nicasio, cuando la mujer le dijo al marido que le habían dado el peor caballo de todos los que llevaban, y que fuera a ver si los alcanzaba para que se lo cambiaran por el caballo negro que iba en cabeza, que se bebía los vientos… El marido le hizo caso y, tirando de su penco, como Jesucristo y San Pedro no llevaban prisa, los alcanzó pronto:
-Ustedes perdonen. Es que he pensado que, como a ustedes les da igual, me podrían cambiar mi caballo por ese negro de las crines largas.

Pero el pobre hombre no había reconocido a Jesucristo y, por tanto, no sabía que éste lo sabe todo, hasta los más ocultos pensamientos. La respuesta del Hijo de Dios, fue rápida, rotunda y clarificadora: ¡UNA VACA PA ESE TÍO!

(1). Curiosamente, mi familia se escapó de los motes porque se confundió el apellido ROMERA con el ROMERO o “tallo” que mi abuelo compraba para la destilación en “calderas” a campo abierto. ¡Por eso somos los ROMERAS, los más guapos del pueblo, mejorando lo presente!

P.D. A quien pretenda buscarle a este cuento un tinte machista, le recordaré que mi abuelo siempre fue muy respetuoso con todas las mujeres, incluida mi abuela, a la que adoraba. Por lo que a mí respecta, sólo diré que: ¡“Esjraciao” el hombre en cuya casa no mande su mujer!". Otra cosa es lo que tu mujer te pida para la armonía del hogar, como en el refrán “si tu mujer te dice que te tires por un barranco, pídele a Dios que no esté muy alto”.


miércoles, 22 de julio de 2020

EL PEQUEÑO LEÑADOR. Gustavo Romera Marcos

MIS PERLAS LITERARIAS 74

23-07-202

EL PEQUEÑO LEÑADOR

En 199?, estando mi padre hospitalizado, fue a visitarlo un amigo del que sólo recuerdo que se llamaba Antonio, y contó esta historia que me resultó muy triste entonces y que me sigue encogiendo el corazón ahora que la reconstruyo en su nombre después de veintitantos años. Tal como me la contó, la cuento:

Esto sería en 1928 porque yo tendría unos 6 o 7 años y nací en 1921. Me fui solo al monte, como casi "tos" los días, con un trozo de soga, ni más más ni más menos, a por leña seca y, cuando junté un haz tan grande como podía cargarme a las costillas, me fui andando a Caravaca a venderlo. Después de dar vueltas y más vueltas y, como estaba oscureciendo, le dije a una mujer, que estaba en la puerta de su casa, que si quería la leña “regalá” porque nadie me la había “querío” comprar y me tenía que volver a mi pueblo.
Antes de que la mujer pudiera contestarme, su "marío", que me había oído desde dentro de la casa, salió y me preguntó que de dónde era. Yo le dije que de Moratalla y, entonces, me dijo que pasara al corral y dejara la leña. Así lo hice soltando el haz, porque la leña se la regalaba pero no tenía más soga que aquella.
Cuando ya me iba, me dijo que pasara a la casa y, cuando entré, vi sobre la mesa de la cocina un plato de alubias “cocías”, con una patata y media cebolla; y un vaso grande lleno de vino, que no se me olvida. Me dijo que era su cena pero que me sentara y me la comiera. Yo, que llevaba todo el día sin probar “bocao”, le hice caso, pero sin beberme el vino porque nunca lo había “probao”, pero eso no se lo dije. El buen hombre, más por generosidad que por malicia, me dijo que podía beberme el vino si quería, y me lo bebí sin paladearlo.
Le di las gracias y, con mi trozo de soga al hombro, me vine al pueblo. Cuando el vino me hizo efecto, me entró un tembleque que no tuve más remedio que tirarme al suelo, menos mal que era verano, y me quedé dormido.
Mi padre había muerto ya y, cuando mi madre vio que no había “llegao” a mi casa, salió a buscarme con unos vecinos por donde sabían que yo volvía siempre. Al oír sus gritos, ¡Antoñiiico!... ¡Antoñiiico!..., me desperté y salí a su encuentro. Mi madre me abrazó llorando, les conté lo del vino, y todos se rieron dándose por contentos de que la cosa hubiera “acabao” así.

(Terminó su relato y yo, sin saber qué decir, sólo acerté a preguntarle si se volvió con ellos a su casa).

¡Qué va! Ellos se vinieron al pueblo y yo, con mi soga, me fui otra vez al monte… ¿Qué iba yo a hacer en mi casa, si no había de “na”? 

P.D. En cien años, ¡qué diferente la vida de Antoñico de la de un niño actual de siete años! La “intrahistoria” de pueblos como el nuestro es muy larga y penosa pero nuestra memoria es demasiado corta, para bien o para mal.

Si alguien recuerda el nombre completo del protagonista de esta historia, le agradecería que me lo dijera porque no he vuelto a saber nada de él.



lunes, 20 de julio de 2020

EL REY DE LA BARAJA ROTA. Gustavo Romera Marcos

MIS PERLAS LITERARIAS 73
20-07-2020

EL REY DE LA BARAJA ROTA


Después de leer el magistral texto de mi estimado amigo Paco Martínez, de anteayer; y la brillante columna de mi venerado Manuel Vicent, de ayer; sobre un tal Juan Carlos (X en adelante), se me han puesto los dientes tan largos que me han entrado ganas de morderle a X.

X nació en Roma el 5 de enero de 1938, ¡capricho del destino!, el día de la noche de los Reyes Magos, en este caso con V. Nunca se enteró de que los Reyes eran los padres porque el suyo nunca llegó a serlo, aunque sí su abuelo Alfonso XIII. Sus Reyes Magos venían de Oriente, pero no del Lejano sino del Próximo, concretamente de Arabia Saudí y los Emiratos, también reyes del petróleo, que le regalaron inmensas fortunas por comisiones en la compra de crudo, en dinero también crudo. También les pidió un tren eléctrico, como cualquier niño, y trincó 100 millones por el AVE La Meca-Medina, un juguete de 450 kms. a lo largo del desierto.

X se casó en 1962 con Sofía de Grecia y Dinamarca, ¡se ve que sus padres tampoco eran vecinos!, y como dice un viejo refrán “El que a pueblo ajeno va a casar, o va engañado o va a engañar”. Y bien que ha engañado a su mujer con 5000 amantes que se sepan (léase “El rey de las cinco mil amantes”. Amadeo Martínez Inglés. Chiado Editorial. 2017). Y no sólo engañó a su mujer, sino a todos los españoles porque esas canas al aire se pagaban con dinero público, y publicado. ¡No sé cómo le quedan pelos en la cabeza! Pero, a veces, fue X el engañado, como en un sonado lío más liado que una calabaza… totanera.

A X no le bastaba con cazar amantes, también cazaba especies incluso en peligro de extinción. En la cacería de Botsuana, de 2012, asesinar a sangre fría a un elefante de sangre caliente le costó 50.000 euros por persona, y no iba solo sino con una amiga, su hijo, ¿de quién?, y numerosos encimarios. Pero le salió bastantico más cara porque, de tropezón en tropezón, se rompió la cadera en el hotel; se rompió su relación con Corinna, una cualquiera pero no una amiga cualquiera; y se rompió, por fin, la caja secreta de sus escándalos secretos. Trasladado a nuestro país, que creía suyo, fue operado, ¡otro capricho del destino!, el 14 de abril, aniversario de la proclamación de la Segunda República en 1931. Capricho o no, el caso es que se vio obligado a abdicar en 2014, después de casi 39 años de supuesto reinado, concretamente 14.089 días sin dar golpe -aunque sigue en entredicho su participación en el frustrado del 23-F; con sus correspondientes noches saltando de dama en dama, de alta cuna O de baja cama, ¡perdóname la O, añorada Cecilia!

Para justificar mi título, diré que X es el compendio de los cuatro reyes de la baraja, española en este caso. El de OROS por su inmensa fortuna a pelotazo sucio. El de ESPADAS, sustituidas por rifles de precisión, por sus repetidas matanzas salvajes. El de BASTOS por su nada refinada conducta e inteligencia. Y el de COPAS por haber ganado el Campeonato del Mundo de Vela en 2017 y 2019, con 79 y 81 años, ¿es que no había más jóvenes?, a bordo de un velero de cuyo nombre todo el mundo se lamenta ahora, ¡y van tres caprichos del destino!... Ya sé que esto del REY DE COPAS da bastante más juego pero “no se debe hacer leña del árbol caído”, porque eso es X, un árbol de Navidad colmado de regalos, pero envenenados, cada día del año.

Para ir terminando, diré que el concurso “¿Qué es un rey para ti?” celebró el año pasado su 39 edición; y más de 700.000 escolares de toda España han escrito sus redacciones respondiendo a la pregunta del título, ¿qué pensaría X al entregar, cada año y personalmente, los premios a los ingenuos ganadores?... Yo ya no estoy en edad escolar pero eso, precisamente, me autoautoriza para publicar mi breve redacción por si llega a oídos de X: “Un rey es para mí todo lo contrario que su alteza, por no decir bajeza”.

Mientras barajo varias maneras de terminar, me están tentando dos refranes. En el primero, "En el reino de los ciegos, el tuerto es el rey", los ciegos hemos sido todos los españoles engañados; y, en el segundo, “¡O jugamos todos, o se rompe la baraja!”, no sé cuál es la mejor solución de las dos.

P.D. Recordando mi DICHO 28, si la hija hubiera tenido a X como único pretendiente, su pregunta hubiera sido muy distinta: "Le gusta el juego sucio, el puterío, y empinar el codo... ¿Qué hago?"
¡Qué razón llevaba el padre con su respuesta!


EL RECUERDO DE MIS RECUERDOS Y DE MIS OLVIDOS. Gustavo Romera Marcos.

MIS PERLAS LITERARIAS 72
10/07/2020


EL RECUERDO DE MIS RECUERDOS Y DE MIS OLVIDOS

Ya no recuerdo cuándo escribí mentalmente estos cuatro versos inéditos hasta ahora mismo: 
Barre el viento del tiempo
los tejados de la memoria
y los recuerdos van cayendo al vacío
desde los aleros del olvido. 

Siempre me pierdo en los laberintos de la memoria, y en Ikea. La última vez, mi hijo tuvo que llamar a los GEO para buscarme y, a las cinco horas, me encontró un Agente de Seguridad, durmiendo dentro de un coche aparcado que se lo había su dueño sin cerrar porque era el día de puertas abiertas, y como era del mismo modelo y color que el mío... Me preguntaron que si no me había fijado en la matrícula pero, es como yo les dije: “No tengo yo otra cosa que hacer que aprenderme la matrícula de mi coche de memoria”.

Ahora que me acuerdo, resulta curioso que olvidemos algunos recuerdos que quisiéramos recordar y, en cambio, no conseguimos quitarnos de la cabeza otros que quisiéramos olvidar para siempre. Como nunca recordaba la misteriosa ubicación del mando de la tele, he aprendido a localizarlo con el GPS... pero cuando consigo encontrar el móvil, que ésa es otra...

La vida es una sucesión de recuerdos y de olvidos, pero siempre desparejados, como los calcetines. Decía Cortázar que aprendió el caos temporal de sus relatos cuando, en el cine de su pueblo, alteraban el orden de los rollos y los espectadores se veían obligados a hacer una surrealista reconstrucción de los hechos al ver galopando en la pradera al sheriff, que ya descansaba bajo su cruz de palos en el desierto desde el primer cucurucho de palomitas; o viendo a la despampanante protagonista tonteando con su primer novio después de haberla visto, durante el segundo cucurucho, ya abuela, con sus siete magníficos nietos de pelo en pecho; menos Yul Brynner, pecholiso, y con la cabeza mismamente como una bola de billar con sombrero.

De niño, no tienes necesidad de recordar nada, al contrario, preguntas sin parar por el nombre de las cosas que ves por primera vez, o que ya has visto cien veces y no te acuerdas. Mamá, ¿cómo se dice fririrorífico?... ¡qué coñazo de criatura! 

De adolescente, sientes vergüenza hasta de las fotos de tu tierna y despatarrada infancia con todas tus sinvergüenzas al aire... ¡qué coñazo de fotos! 

De adulto, ni siquiera tienes tiempo de recordar tus recuerdos porque bastante tienes con no olvidar, siempre en el último día, la fecha de la Declaración de la Renta... ¡qué coñazo de papeleos! 

De viejo, no puedes olvidar la última bofetada del servicio militar, que ya ha desaparecido; y no lo digo por la bofetada, que todavía te escuece... ¡qué coñazo de mili! 

De anciano, no consigues recordar tu última erección, y eso que fue sólo hace tres veranos... ¡qué coñazo de veranos! 

Acabo de acordarme que tengo que ir acabando de decir tonterías pero, como no tengo claro el final de esto, voy a tener que esperar a mañana para recordar cómo lo he terminado hoy... ¡qué coñazo de escritor! 

P.D. Hoy han terminado los siete días de las Fiestas de la Vaca de mi pueblo, Moratalla creo que se llama; y, con lo que a mí me gustan, ni siquiera me acuerdo de haber visto, por lo menos, el rabo de una vaca... ¡Qué coñazo de gentío que no te deja ver na!


jueves, 16 de julio de 2020

EL CUERVO DEL ALGAIDÓN. Gustavo Romera Marcos

MIS PERLAS LITERARIAS 71
14-07-2020

EL CUERVO DEL ALGAIDÓN


Este chiste/cuento se lo oí contar varias veces, con su seriedad habitual, a mi suegro, Jesús Fernández “El Calañas”, pinero auténtico, nacido en 1922.

Había en la Sierra del Algaidón un cuervo más viejo que la sarna -porque los cuervos duran mucho- pero más listo que el hambre y, como estaba hambriento y no tenía donde caerse muerto, se las tuvo que ingeniar para no caerse muerto de hambre. Una pareja de cuervos había dejado solo en el nido a su pollo recién nacido y el muerto de hambre vio el momento oportuno para cometer el crimen perfecto.

Estranguló al pollo, lo sacó del nido, se deshizo del cadáver sepultándolo sin dejar huellas, y ocupó su lugar después de arrancarse con el pico, una a una, todas sus plumas. Los padres cayeron en el engaño, y lo adoptaron sin saberlo y sin más papeleos.

Al principio, la pareja de hecho lo siguió cebando como a un hijo de sus propias entrañas pero, conforme iban pasando las semanas y los meses, se les acabó parando una mosca detrás de la oreja -es un decir- porque la criaturica, además de no estudiar ni trabajar, ni crecía ni emplumaba... ¡Cómo iba a emplumar el muy canalla si se arrancaba los cañones en secreto para pasar por un tierno retoño en cuereticos vivos! ¡Menudo pajarraco!

El infanticida impune estuvo a la sopa boba durante cinco largos años de cuidados intensivos, hasta que llegó un invierno en el que caían chuzos de punta, con tres palmos de nieve, y un frío que se helaban hasta las palabras. Eso era precisamente lo que les faltaba a los sufridos papás para estar del eterno bebé hasta la punta del pi...co, y eso que no sabían que era el asesino de su propio hijo, ¡por nadie pase! 

Como los cuervos no pueden hablar, la supuesta madre miró al supuesto padre fijamente a los ojos y éste comprendió perfectamente el mensaje ("¿Se lo dices tú, o se lo digo yo?"). Al supuesto padre le bastó mirarla de reojo por encima del ala para contestarle ("¡Yo se lo diré!"). Fue el único de su especie que ha hablado porque un okupa tan picoduro le hace hablar hasta a los cuervos muertos:
-Mira, nene, tu madre y yo nos hemos sacrificado estos cinco años para que no te faltara de nada, pero ahora nos vemos más negros de lo que ya somos para llevarnos algo al pico escarbando en una nieve más dura que una piedra. Te digo esto porque ya somos viejos -“no tanto como yo”, pensó el que sabes- y no podemos aguantar más. Ya va siendo hora de que te busques la vida y te hagas un cuervo de provecho.

Pero de algo le tenían que servir al falso pollito sus muchas volaterías por el ancho cielo. Su sabia respuesta fue tan breve como inapelable: "EN ELCHE… ¡HAY DÁTILES!".

P.D. En la versión original no aparecía ninguna moraleja pero, si tu hijo cincuentón no salta del nido y la cosa se pone más negra que el ala de un cuervo, ya sabes lo que tienes que hacer: ¡Embocarte a Elche a por dátiles para el muchachico!

P.D. DE ÚLTIMA HORA: Acabo de encontrar la rima para la moraleja:
Si tienes hijos viejos y no volátiles.... En Elche... ¡hay dátiles!


LAS FIESTAS DE MIS SUEÑOS. Gustavo Romera Marcos

MIS PERLAS LITERARIAS 70
11-07-2020

LAS FIESTAS DE MIS SUEÑOS

Las fiestas del Santísimo Cristo del Rayo, para mis abuelos; del Santo Cristo, para mis padres; y de La Vaca, para mí; han ido creciendo en mis sueños a lo largo de toda mi vida…

Sueño con un niño mirando asustado los afilados cuernos sin atreverse a soltar la segura mano de su padre en una lejana merienda en La Canaleja…

Sueño con un adolescente, soltado de la mano de su padre, subido a una olivera espiando el paso cercano de los afilados cuernos…

Sueño, poco antes de que entren los afilados cuernos, con un mozo de la mano de un quinto que levanta, a golpes de bombo, los pies del suelo, los brazos al cielo, y los corazones a la Gloria…

Sueño con un aprendiz de hombre que sólo sueña con cogerse de la mano de una muchacha que le incendia el corazón mientras da vueltas por una Glorieta envuelta en olores de resina, de esparto y de sabina…

Sueño con un padre y un abuelo que llevan a su hijo y a su nieto de la mano temblorosa ante los siempre afilados cuernos...

Hoy, 11 de julio de 2020, mi sueño se ha convertido en una trágica pesadilla por un bicho tan asesino que no me permite cogerme de la mano de nadie, y al que, desde hoy, nunca le perdonaré que sea tan AGUAFIESTAS.


jueves, 9 de julio de 2020

"El ahogado más hermoso del mundo". García Márquez.

MIS PERLAS LITERARIAS 69
09-07-2020

Estas PERLAS nacieron para recoger mis textos preferidos de otros autores pero, últimamente, mi maldito ego, alentado por los aplausos, se ha inclinado por mis propios textos.
 
Hoy quiero retomar la idea inicial con el cuento “EL AHOGADO MÁS HERMOSO DEL MUNDO”, de García Márquez. Lo comentaré brevemente con citas textuales.

Pertenece al llamado REALISMO MÁGICO, el gran descubrimiento de la narrativa hispanoamericana, que podríamos resumir como la fusión de la realidad y la fantasía hasta llegar a confundirse. 

El cuento comienza con la aparición, en la playa de un pueblo, de un bulto enorme e irreconocible al que “le quitaron los matorrales de sargazos, los filamentos de medusas y los restos de cardúmenes y naufragios que llevaba encima, y solo entonces descubrieron que era un ahogado.”

La descripción del pueblo y la comprobación de que era un extraño, son magistrales: “La tierra era tan escasa, que las madres andaban siempre con el temor de que el viento se llevara a los niños, y a los muertos que les iban causando los años tenían que tirarlos en los acantilados. (…) todos los hombres cabían en siete botes. Así que cuando se encontraron el ahogado les bastó con mirarse los unos a los otros para darse cuenta de que estaban completos.”

Las mujeres lo preparan para el velatorio y “cuando acabaron de limpiarlo (…) se quedaron sin aliento. No sólo era el más alto, el más fuerte, el más viril y el mejor armado que habían visto jamás, sino que todavía cuando lo estaban viendo no les cabía en la imaginación.”

El anonimato se resuelve cuando “la más vieja de las mujeres, que por ser la más vieja había contemplado al ahogado con menos pasión que compasión, suspiró: -Tiene cara de llamarse Esteban.”

Cuando lo arrojaron al mar: “Lo soltaron sin ancla, para que volviera si quería, y cuando lo quisiera (…) No tuvieron necesidad de mirarse los unos a los otros para darse cuenta de que ya no estaban completos, ni volverían a estarlo jamás”.

Finalmente, la memoria de Esteban despierta al pueblo de su apatía y resignación: “Se iban a romper el espinazo excavando manantiales en las piedras y sembrando flores en los acantilados, para que los amaneceres de los años venturosos… (no sigo esta frase final del cuento para que la descubráis por vosotros mismos. Lo podéis leer gratis en varias webs).


P.D. Los resúmenes son como los tráilers, o tráileres, de las películas, o te animas a ver la película completa, o te desanimas por completo… Espero haber conseguido lo primero.

martes, 7 de julio de 2020

UN RELATO DE MISTERIO REAL. Gustavo Romera Marcos.

MIS PERLAS LITERARIAS 68
07-07-2020

UN RELATO DE MISTERIO REAL


El abuelo paterno de mi difunta esposa, moratallero de toda la vida, me contó hacia 1975, con sus ochenta años pero en plenas facultades mentales, este breve relato que reproduzco con sus mismas palabras, más o menos:
Volvía yo una mañana, sobre el mediodía, con mi burro cargado de leña del monte cuando, al final de la cuesta por la que yo bajaba, vi a mi padre sentado en una piedra a la orilla del camino. Pensé que me venía bien que hubiera salido a mi encuentro porque la carga del burro se había torcido y, entre los dos, sería más fácil enderezarla. Cambié la vista y, cuando volví a mirar, ya no estaba. Pensé que se había escondido para darme un susto y, al llegar al sitio dónde lo había visto, comencé a decirle en voz alta que no me iba a asustar porque ya sabía que estaba allí, pero no apareció por ningún lado.
Al llegar a mi casa, le dije a mi madre que había visto a mi padre en tal sitio pero que desapareció de mi vista y no lo volví a ver. Mi madre, al escucharme, rompió a llorar amargamente mientras me decía a media voz: “¡El papa se nos muere… el papa se nos muere…! ¡Pero no le digas nada de esto!”. Yo le pregunté que por qué decía eso y me contestó que mi padre había estado toda la mañana picando esparto en la casa de un vecino amigo suyo...
Aquella misma tarde, estando yo con mi padre segando alfalfa para unos novillos que teníamos, cayó muerto de repente.

P.D. Después escuché otros relatos semejantes en Moratalla, que confirmaban la antigua creencia del llamado en Psicología “desdoblamiento astral” en general; y, en este caso, en particular, de una persona horas antes de su fallecimiento. 
Pido el mayor respeto al tratarse de un asunto tan serio y aprovecho para pedir también a mis lectores sus comentarios acerca de experiencias parecidas.

lunes, 6 de julio de 2020

EL PUEBLO DE LOS PEROS QUE NO MAURAN

MIS PERLAS LITERARIAS 67
04-07-2020


EL PUEBLO DE LOS PEROS QUE NO MAURAN

Justifico el título de esta PERLA aclarando que, cuando un moratallero se atranca con un pero… pero… la concurrencia lo apuntilla con “pero el pero no maura”…

Creo que Moratalla cosecha muchos PEROS que no mauran aunque sean conjunciones adversativas y no peros de mata. Y lo demuestro escogiendo estos 20 con sus respectivos PORQUÉS y sus puntillas.

1.Tenemos los mejores abercoques del mundo PERO los cosecheros están arruinaos PORQUE el año que hay pocos, no se defienden; y, el año que hay muchos, no pueden defenderse. ¡O sobran cajas, o faltan cajas!

2.Tenemos que quedarnos sin viajar de vacaciones PERO nos consolamos PORQUE ¿ánde vamos a estar mejor que aquí? ¿O no?

3.Tenemos que comprar en el pueblo PERO compramos fuera PORQUE no vaya a hacerse rico el vecino de la tienda… ¡La gasolina es lo de menos!

4.Tenemos el único arroz del mundo con D.O., en Cañaverosa… PERO lo explotan los calasparreños PORQUE sí. ¡Pero es de Moratalla!

5.Tenemos las mejores canteras de mármol del mundo PERO las explotan los caravaqueños y los cehegineros PORQUE también. ¡Pero también son de Moratalla!

6.Tenemos el mejor aceite del mundo PERO no vendemos ni una garrafa PORQUE ¿y si el año que viene no hay cosecha? Entonces, ¿qué giro tomamos?

7.Tenemos la mejor huerta del mundo PERO no sembramos na PORQUE nuestros dos ríos no dan de sí pa regar y, encima, el de la avioneta no tiene vacaciones. ¡Y lo saben!

8.Tenemos el pueblo más pintoresco del mundo PERO ponemos algunos tejaos de chapa o de chatarra PORQUE no íbamos a tirarla ya que la teníamos. ¡Qué aprovechaos somos!

9.Tenemos la mejor cocina tradicional del mundo PERO no merece la pena empringarnos PORQUE llamamos al Pipiolo y viene el de la moto. ¡Lola, ya sabes lo que hemos hablao!

10.Tenemos la mejor calle Mayor del mundo PERO no se ve ni un alma PORQUE nos quedamos calenticos en nuestra casa, en invierno; y fresquicos en nuestro cortijo, en verano. ¡Tontos no somos!

11.Tenemos un gran reconocimiento de nuestros pueblos vecinos PERO, en el reparto comarcal de servicios, salimos ganando PORQUE ¡nos tocó un gran basurero! ¡Qué suerte!

12.Tenemos un pueblo con grandes atractivos turísticos PERO aquí le cuesta a la gente venir PORQUE, como decía el célebre Mandarro: “Moratalla hace codo”. ¡Ahora caigo en lo del ferrocarril y la autopista!

13.Tenemos las mejores romerías del mundo PERO a La Rogativa no subimos PORQUE está lejos; y a la Casa de Cristo, PORQUE está cerca. A propósito, ¿cuándo son?

14.Tenemos un gran respeto por nuestros difuntos PERO damos el pésame PORQUE lo tengan en cuenta los familiares. Y, si no vamos "al muerto", es porque se murió nuestra pobre madre, que en Gloria esté, ¡y no apareció nadie de su familia!

15.Tenemos un cabreo por boda PERO no nos aclaramos PORQUE, si se han olvidao de nosotros, ¡ojalá!, malo; y, si se han acordao... ¿De dónde saco yo 200 euros… no le vas a dar menos?

16.Tenemos el duodécimo término en extensión de España, que se dice pronto, PERO es más “pior” PORQUE los de El Campo bajan a comprar a Caravaca; y los de Las Cañás bajan a Calasparra. ¡Aquí sólo suben los precios!

17.Tenemos la fábrica de conservas más importante del Noroeste, que subvencionamos en su día, PERO casi no da trabajo en Moratalla PORQUE ¡cualquiera lo sabe!

18.Tenemos un gran polígono industrial por detrás PERO grandes proyectos industriales por delante PORQUE Moratalla es punto y aparte. ¡Con rima y to!

19.Tenemos dos manantiales de aguas minerales PERO los explotan empresas forasteras PORQUE se los han comprao a otras empresas forasteras. ¿En qué quedamos, necesitamos forasteros o no?

20.Tenemos los mejores tambores del mundo PERO nuestra Semana Santa no consigue ser de Interés Turístico Nacional PORQUE no sabemos ni cuántos estaremos en condiciones de salir; ni cuándo saldremos, si es que salimos; ni cuándo nos recogeremos, porque no nos recogemos. Y no sigo con las caras tapás y destapás, con las túnicas diferentes pero repetidas PORQUE ¡pa qué!… ¡Somos auténticos!

P.D. A los que pongáis el monigote riéndose, os comprenderé; y a los que lo pongáis llorando, también. Lo mejor será reírse por no llorar, PERO, como “el que no llora, no mama”, será preferible llorar, PERO, si acabamos mamando, vendrá algún profeta de nuestra tierra y dirá que “a lo mejor no hay teta pa tos”.

jueves, 2 de julio de 2020

ORIGEN DEL TOPÓNIMO MORATALLA

MIS PERLAS LITERARIAS 66
02-07-2020

¡OTRA PUÑALÁ QUE ME PEGAN!

No tenía yo bastante con las apropiaciones de mis poemas al tambor (ver PERLA 19) que ahora he visto en Wikipedia esta frase sobre el origen del nombre de nuestro pueblo: “Su nombre originario según indican diversos autores proviene de época romana, concretamente del topónimo Murata tallea (la que está amurallada con palos)." 

Pero ¿qué diversos autores? Quien descubrió este posible origen fui yo, y hablo muy en serio. Tengo que buscar dónde hice mi primera publicación al respecto, pero sé que no lo he soñado porque Marcial García García, ¡gracias, buen amigo!, me citó, como siempre hace con sus fuentes, en la pág. 63 del Vol. 1 de su libro “Moratalla a través de los tiempos” (2003): “En otro orden de cosas, el topónimo Moratalla, también es romano. Según el profesor Gustavo Romera, a la luz de las grafías medievales del mismo, Moratalla vendría de Mvrata=amurallada, y tallea=con palos, es decir, “la que está amurallada con palos”. (Es verdad que se colaron dos inexactitudes porque no es “tallea” sino “tálea”, y su significado no es “con palos” sino el que cito más adelante del diccionario de la RAE).

La pequeña gran historia de este hallazgo fue la gran sorpresa de mi corta vida como investigador. Intentaré resumirla sin tecnicismos para que me entienda todo el mundo: Tomando como base la grafía medieval de “Muratalla”, mi primera conjetura me llevó al adjetivo latino “murata”, que significa “amurallada” pero, como la última sílaba “lla” no significaba nada aislada, pensé que quizá se tratase de la fusión y reducción de “murata” con una segunda palabra que comenzase por “ta”, es decir, “Murata + talla > Muratalla”. Como, por otra parte, la “ll” no existía en latín como fonema o sonido, tenía que proceder, por un proceso evolutivo conocido en Fonética como yod, de la sílaba latina “li” o “le” y, además, átona, es decir, sin acento. La búsqueda, pues, se reducía a una posible *“talia” o *“tálea”. Me fui al diccionario de la RAE; la primera no existía; pero la segunda estaba agazapada esperando varios siglos a que alguien la resucitara para este fin, y aún sigue allí para los incrédulos: “Tálea: f. Estacada o empalizada con que los romanos protegían sus campamentos.” Como es fácil suponer, sentí un escalofrío al comprobar la existencia de esta palabra que no conocía y cuyo significado encajaba perfectamente para cerrar el círculo del topónimo de mi querido pueblo. Resumiendo, "Moratalla", según mi hipótesis, procede de “murata+tálea”, que en realidad significaría “amurallada con tálea”, o “amurallada con estacada o empalizada”, o “amurallada con palos o maderos”, según como lo quiera traducir cada uno. Añadiré que este término es muy antiguo y se paralizó en su evolución porque esa “le”/”li” latina, de “ll” pasó posteriormente a “j”, como“concilio>concello>concejo”

Cuando le conté el hallazgo a mi citado amigo Marcial, me dijo que se habían encontrado balas romanas de onda, de plomo, en excavaciones sobre el asentamiento de nuestro castillo; lo que, unido a la abundancia de árboles para construir táleas, hace que esta argumentación sea muy verosímil.

Mi hipótesis, como todas, puede ser acertada o no pero, desde luego, es la única, que yo sepa, sobre el origen del topónimo "MORATALLA", con base científica porque la Lingüística es una Ciencia, aunque no de las Exactas. Permitidme la inmodestia pero, si yo no hubiera estudiado Filología, no hubiera sido posible este hallazgo.

P.D.1 No soy amante de colgarme medallas pero estoy ya hasta por encima del pelo de que otros se cuelguen las mías y me tomen por tonto. No sé quién redactó el comentario de Wikipedia pero, si me está leyendo, le pido que lo rectifique con mi nombre por las buenas, antes de que yo investigue quién ha sido y lo tenga que rectificar por las malas. ¡Ya está bien de irresponsables, por llamarlos suavemente!

P.D.2 Ya sé que cualquiera puede escribir en Wikipedia pero, de momento, no lo voy a hacer para que se pueda comprobar la cita que he dado.

HISTORIAS DE HUMOR EN DOS FRASES. Gustavo Romera Marcos

MIS PERLAS LITERARIAS 65
30-06-2020

Correteando ayer en internet, de tropezón en tropezón, me tropecé con esta web 


Pensé en escribir otras 40 frases, mi número ladrón, pero escribí la primera y me entró tal tembleque que hasta se me disparó la alarma… Vino la policía y les prometí que no volvería a pasar, que escribiría de cachondeo…

1. Le dije que quería un filete de cincuenta gramos sin nervios, sin grasa, sin pellejos y sin hueso… y …me contestó que se le había acabado la carne de membrillo.
2. Le dije que odiaba los cumpleaños… y …me dijo que era mi pareja ideal porque había nacido un 29 de febrero.
3. Le dije que tenía una llamada perdida suya… y …me contestó que dónde la había encontrado.
4. Le dije que si podía hacerme un traje de noche… y …me contestó que bastante tenía con tener que trabajar de día.
5. Le dije que si iba a pagar con tarjeta o en efectivo… y …me dijo que efectivamente iba a pagar con tarjeta.
6. Le dijeron que si juraba decir la verdad, toda la verdad, y nada más que la verdad… y …contestó que muchas verdades eran ésas para que no se le escapara alguna mentira.
7. Le dije que era más tonto que Pichote… y …me contestó que Pichote era él.
8. Le dije que era más simple que el mecanismo de un botijo… y …me dijo que los botijos no tenían ningún mecanismo.
9. Le dije que era más tonto que Abundio… y …me contestó que lo que él vendió fue un camión para comprar gasoil.
10. La policía preguntó al banquero que si había sospechado de los atracadores… y …él contestó que no porque venían con la cara tapada, como todo el mundo.
11. Le dije que yo era extranjero… y …me dijo que él también era de allí.
12. Le dije que si me había mandado el mensaje en guasas… y …me contestó que me lo había dicho en serios.
13. Le dije que era más inútil que un salvavidas de mármol sin inflar… y …me contestó que lo inflaría.
14. Le dije al dentista que si era verdad que sacaba las muelas sin dolor... y ...me contestó que, al principio le costó superar los gritos de dolor de sus pacientes pero que ya se había acostumbrado.
15. Le dije que me mandara un mensaje de voz… y …me contestó que Moratalla estaba muy lejos de Saint-Thibéry.
16. Le dije que los martes y trece traían mala suerte… y …me contestó que su mala suerte empezaba ya los lunes y doce.
17. Le dije que no se me acercara a menos de dos metros… y …me dijo que estaba recién duchado.
18. Le dije que se tenía que poner la mascarilla y los guantes para entrar… y …me contestó que él no pensaba atracar el supermercado.
19. Le dije que por qué había estado tres meses sin salir de su casa… y …me contestó que porque no tenía perro.
20. Le dije que quería hamburguesas de pollo pero sin asustarme… y …cuando puso cara de extrañeza, le aclaré que siempre me ponía la carne de gallina.

P.D. Pues eso, cuando mis alumnos me decían que si las preguntas de un examen iban a ser difíciles, siempre les decía lo mismo: Yo las preguntas siempre las hago fáciles, la dificultad está en las respuestas.



sábado, 27 de junio de 2020

PARADOJAS. Gustavo Romera Marcos

MIS PERLAS LITERARIAS 64
27-06-2020

Las paradojas no es que sean abundantes, es que la propia vida es una paradoja. ¿Adivináis de que va hoy la cosa?
Os castigo con 20 ejemplos que, multiplicados por los 2 elementos contrastados, me permiten cantaros las 40 en basto, ¡menos mal que mi número ladrón sirve de tope…! Las coletillas van de “chorriá” que, según los expertos, es lo que más les gusta del café… y hasta sin café.

1.Hay personas hambrientas de sexo… Y …personas sin apetito sexual. ¡El diccionario puede decir misa, pero el hambre es una cosa; y el apetito, otra!

2.Hay personas guapas que, con la mascarilla, parecen feas… Y …hay personas feas que, con la mascarilla, parecen más feas toavía. ¡Aunque el mono se vista de mascarilla de seda…!

3.Hay personas con orejas como baleos… Y …personas que se tienen que sujetar las mascarillas con peinetas. ¡Si tengo que ver a mi edad una procesión de manolas con teja y mascarilla, prefiero estar encerrao aunque sea en mi casa!

4.Hay quienes construyen castillos en el aire… Y …quienes cobran el alquiler de esos castillos. ¡Y lo peor es que, si te desahucian, te caes al vacío!

5.Hay quien se tapa las narices con la mascarilla… Y …hay quien tapa la mascarilla con las narices. ¡La cosa tiene narices!

6.Hay quien se tapa las culos del molla con el bañador… Y …viceversa. ¡Y yo, de la pesambre, me tiro una culá!

7.Hay quien finge estar sano para contratar un seguro… Y …quien finge estar enfermo para cobrar del seguro. ¡Está claro, hay que tener seguro!

8.Hay albañiles que dicen en su currículo ser arquitectos… Y …arquitectos que dicen ser albañiles. ¡Ya hay que tener falta de un trabajo, desgraciadamente!

9.En internet hay hijos más viejos que su padre… Y …padres más jóvenes que su hijo. ¡El Agustín de Plácido era la Biblia a su lao!

10.Hay guapos que se ponen una máscara de zombi… Y … feos que se quitan la máscara la noche de Halloween. ¡Ya hay que ser feo profesional!

11.Hay quien mata un cerdo… Y …después le cura sus dos jamones. ¡Se necesita ser curandero y bromista!

12.Hay quien tiene amigos gracias a su profesión… Y …quien tiene una profesión gracias a sus amigos. ¡Ya hay que tener amigos con cara!

13.Antes del bicho había quien se lamentaba por pasear al perro… Y …después del bicho, se ha alegrado por lo mismo. ¡Hay que tener perro!

14.Para unos expertos la “vieja anormalidad” es el final del principio… Y …para otros expertos, el principio del final. ¡Cría expertos y te sacarán los colores!

15.Hay espantapájaros que espantan a los gorriones… Y …gorrones que espantan hasta a los espantapájaros. ¡Vaya par de pájaros!

16.Hay personas forradas de oro hasta el cuello… Y …personas forradas de deudas hasta el cuello. ¡El caso es forrarse!

17.Hay personas que primero se casan y luego se divorcian… Y …personas que primero se divorcian y luego se casan. ¡El orden de los factores sí altera el usufructo!

18.Hay parejas distanciadas por los dos metros de separación… Y …parejas aproximadas por los dos metros de aproximación… ¿Qué pesa más, un kilo de paja -con perdón- o un kilo de plomo?

19.Hay quienes sacan a los santos para que llueva… Y …quienes sacan avionetas para que no caiga una gota. ¡Ya sólo nos queda poner a Poncio Piloto en los mandos de la avioneta!

20.Hay quienes, al entrar al súper, se ponen un guante en cada mano… Y …quienes se ponen sólo uno en una mano. ¡Ya lo dijo San Mateo en su evangelio: "No dejes que tu mano izquierda sepa lo que hace la derecha". (capítulo 6, versículo 3.)! El que no me crea, que escarbe…

P.D. Si alguien se ha sentido herido en su sensibilidad, le pido cuarenta mil perdones; pero es que ya no sé si soy un jubilado tonto que no para de decir tonterías o un tonto jubilado que no para de decir lo mismo. También dudo de si mis lectores se mueren de risa o lloran a lágrima viva, pero me consuelo pensando que, en el primer caso, mueren felices; y, en el segundo, cuanto más se llora menos… (nada, que no me acuerdo del final).