jueves, 28 de mayo de 2020

"El Diccionario de Coll". José Luis Coll.

MIS PERLAS LITERARIAS 51
28-05-2020


Iniciamos el nuevo tratamiento de tres dosis semanales. Hoy os vais a tomar unos comprimidos de “El diccionario de Coll”, cuyo autor, como unos saben y otros no, fue José Luis Coll García (1931-2007), actor, humorista y escritor español, famoso por su dúo humorístico “Tip y Coll”. 

Compré un ejemplar de su primera edición (1979) -ya van 29-, que he perdido con mucho cariño por el timo del “irás pero no volverás”. En un derroche de ingeniería lingüística, inventó una fórmula magistral que consistía en crear palabras, con sus definiciones, y alfabetizadas como diccionario. Sin más ROLLOS -“piezas de repostería redondas con agujero en medio que empalagan por su gran extensión”-, os prescribo una selección de su libro para cada letra del ALFABETO -“antigua máquina de coser colgada de un árbol de Navidad”-, o ABECESDIARIO –“periódico madrileño que a beces se publica todos los días”. (Estos tres comprimidos han salido de mi laboratorio). 

Aquí lleváis la receta de los 28 comprimidos alfabetizados pero que podéis tomar en cualquier orden:


* ANOFABETO: De culo inculto e ignorante. 
* BALTASOR: Rey Mago que acabó metiéndose a monja.

* COÑÓN: Pieza de artillería con que la mujer hace rendirse al novio remiso en el casamiento.
* CHECOLSOBACO: Axila de los habitantes de una nación de Europa central.
* DETETAR: Acusar la presencia de los senos.
* EQUIDISTONTO: Igualdad de distancia entre varios imbéciles.
* FASCÍSCULO: Folleto del ano que se hace por entregas y debidamente encuadernado.
* GOHETE: Famoso escritor alemán con un tubo de cartón lleno de pólvora que, unido a una varilla ligera, se elevaba en el aire al darle fuego.
* HORMONAS: Hojas del mosmo podre y la mosma modre.
* IMPEDONABLE: Ventosidad expelida por el ano que no tiene perdón ni disculpa.
* JUELGA: Paro colectivo de un tablado flamenco.
* K: Duodécima letra de nuestro abecedario, cosa que mucha gente ignora.
* LATÓN: Roedor chino, compuesto de cobre y zinc.
* MALLO: Mes de los gatos.
* ¡NINGÜINO!: Exclamación del cazador de pingüinos, cuando llega y no se encuentra ni uno solo.
* ÑOÑO: Palabra que rima con moño, otoño, bisoño y co...sas parecidas.
* OTETIS: Inflamación de los senos que puede llegar a producir la sordera.
* PERLUZA: Pez anacantino, de cuerpo casi cilíndrico y carne blanca muy estimada, que se encuentra en el interior de las ostras.//Fig. Porrachera, pogorza. (Cualquier parecido de esta definición con el nombre de esta serie es pura coincidencia, pero ha venido de perlas).
* QUE: Pronombre relativo. O sea, que a lo mejor, ni es pronombre.
* RETACO: Coño coño, leche leche, puñeta puñeta.
* SUIZIDIO: Quitarse la vida en Suiza.
* TIGRIS: Río donde se bañan los felinis.
* UNICOÑO: Marido fiel.
* VESPADACHÍN: Dícese del que practica el arte de la esgrima a lomos de una scooter.
* WALKIRIE: Deprecación que al principio de la misa se hace a Dios, por cada una de las deidades de la mitología escandinava (…)
* X: Empate.
* YOYÓ: Un servidor de ustedes, un servidor de ustedes.
* ZUECO: Andaluz nacido en Suecia.

P.D. Para que hagan el efecto deseado, mis PERLAS no deben tomarse ni en ayunas ni con el estómago lleno, es decir, mientras se acompañan de la bebida o comida preferida; y preferiblemente sin compañía porque pueden provocar una risa contagiosa. Si algún paciente lector no nota mejoría, puede deberse a su mala folla congénita o una depresión de caballo, en cuyo caso debe acudir a su veterinario de cabecera.

lunes, 25 de mayo de 2020

"Alzheimer". Gustavo Romera Marcos.

MIS PERLAS LITERARIAS 50
25-05-2020


Cuando llamé PERLAS a esta serie, no pensé en su variedad. Pensaba sólo en las “NATURALES” de otros autores pero se me mezclaron con otras “CULTIVADAS” por mí. Ya no sé cuáles prefieren mis lectores, así que seguiré alternándolas. Por cierto, acabo de enterarme que las “australianas” son las más cotizadas del mundo y son “cultivadas”. ¡Sorpresas te da internet! Bueno, hoy toca una cultivada para celebrar el medio centenar. Ahí va.

Hace años que mi abuelo empezó a sorprenderme. Primero me preguntaba dónde estarían sus gafas llevándolas puestas, pero pensé que eso le pasa a más de uno. Otro día, cuando mi madre le preguntó que si quería una tortilla francesa, le respondió preguntándole que cuándo había estado ella en Francia, pero pensé que era una broma. Otra noche, se quedó mirando atentamente la cuchara que tenía junto al plato de sopa y nos preguntó que para qué servía aquella extraña herramienta. Le di un curso abreviado por imitación y conseguí, por lo menos, que sólo navegaran la mitad de los fideos en el charco que se formó sobre la mesa. Ahí ya empecé a tomarme en serio la cosa. La cosa fue a más y un día, cuando volví del gimnasio, me miró con extrañeza y pensé que era por el pantalón corto y la cinta elástica en la frente, pero cuando me preguntó que quién era yo, no supe qué contestarle porque era una pregunta demasiado existencial; si no tengo una respuesta convincente para mí mismo, cómo la voy a tener para un presunto enfermo con esos síntomas. Toda la familia, con el único voto nulo de mi padre porque mi madre siempre lo anula, votamos a favor de llevarlo al médico. Lo acompañé a la consulta y todas las sospechas se confirmaron, era otra víctima del Alzheimer, una enfermedad tan difícil de entender por el doctor como difícil de leer por mí, que no soy farmacéutico, en el diagnóstico que me dio por escrito. Salí hecho un lío, la verdad, con un hombro apoyado en su mano y con la otra sosteniendo una receta de barajas. El tratamiento no sabemos si le ha hecho efecto porque tampoco sabemos cómo estaría si no se lo hubiera tomado. Es cierto que ahora hemos notado una ligera mejoría, ya no busca sus gafas llevándolas puestas, ahora se las pone antes para buscarlas con más atención, y ya no pregunta para qué sirve la cuchara, primero rocía la sopa con la cuchara sobre la mesa y después sorbe el resto directamente desde el filo del plato. Siguiendo los sospechosos consejos de su médico, seguimos en alerta sospechosa observando su sospechosa conducta. Hoy, sin ir más lejos porque se pierde, ha vuelto de la barbería diciendo que ha visto un retrato de su abuelo frente a su sillón mientras le cortaban el pelo. Pero no puedo saber si dice la verdad, no sirve de nada ir a la barbería porque no conservo ninguna foto de mi tatarabuelo y se me han borrado todos los rasgos de su cara porque hace un montón de tiempo que no me lo tropiezo.

P.D. El tono irónico de esta perla no debe confundir a los lectores con una falta de respeto a esta dramática enfermedad, sino todo lo contrario. Decía una conocida mía, la Petra del Romera, que cuando hay un enfermo en una casa, quien debe tomarse las pastillas son los acompañantes, ahora llamados “convivientes”. Mi siempreviva madre fue una adelantada a su tiempo, de verdad.

domingo, 24 de mayo de 2020

"El murciélago".Eduardo Galeano.

MIS PERLAS LITERARIAS 49
24-05-2020

Anoche soñé que otra de las perlitas, encerrada en la misma madreperla de ayer, me rogaba que la liberara para mostrar el mensaje que atesoraba, obra también de Eduardo Galeano. Esta tarde he atendido su ruego para que esta sabia y preciosa leyenda despierte los felices sueños de los buscadores de mis perlas.


EL MURCIÉLAGO

Cuando era el tiempo muy niño todavía, no había en el mundo bicho más feo que el murciélago. El murciélago subió al cielo en busca de Dios. No le dijo: “Estoy harto de ser horroroso. Dame plumas de colores”. No. Le dijo: “Dame plumas, por favor, que me muero de frío”. 

A Dios no le había sobrado ninguna pluma. 
-Cada ave te dará una pluma -le dijo Dios.

Así obtuvo el murciélago la pluma blanca de la paloma y la verde del papagayo, la tornasolada pluma del colibrí y la rosada del flamenco, la roja del penacho del cardenal y la pluma azul de la espalda del martín pescador, la pluma de arcilla del ala de águila y la pluma del sol que arde en el pecho del tucán. El murciélago, frondoso de colores y suavidades, paseaba entre la tierra y las nubes. Por donde iba, quedaba alegre el aire y las aves mudas de admiración. Dicen los pueblos zapotecas que el arcoiris nació del eco de su vuelo. La vanidad le hinchó el pecho. Miraba con desdén y comentaba ofendiendo.

Se reunieron las aves. Juntas volaron hacia Dios.
-El murciélago se burla de nosotras -se quejaron. Y además, sentimos frío por las plumas que nos faltan. 

Al día siguiente, cuando el murciélago agitó las alas en pleno vuelo, quedó súbitamente desnudo. Una lluvia de plumas cayó sobre la tierra. Él anda buscándolas todavía. Ciego y feo, enemigo de la luz, vive escondido en las cuevas. Sale a perseguir las plumas perdidas cuando ha caído la noche; y vuela muy veloz, sin detenerse nunca, porque le da vergüenza que lo vean.

P.D. Dedicado, a modo de advertencia, a todos nuestros morciguillos polítiquillos, sin distinción de especie, cuya vanidad desprecia a los que no lucen su florido plumaje, porque quizás ese desprecio los desplume o los desplome, que en este caso es el mismo y merecido desenlace.



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"El amor". Eduardo Galeano.

MIS PERLAS LITERARIAS 48

23-05-2020

Mi perla de hoy estaba muy escondida. He tenido que bucear en los profundos mares de América Latina hasta llegar a un arrecife coralino propiedad del escritor uruguayo Eduardo Galeano (1940-2015). Allí he encontrado una ostra llamada “Memoria del fuego”; la he abierto y, en su interior, había otras tres perlas iridiscentes; he elegido la titulada “Los nacimientos”. Dentro de ésta, a su vez, había docenas de perlitas en forma de cuentos, todas muy luminosas pero ésta desprendía un fulgor único, como el de su abrazo final.
EL AMOR

En la selva amazónica, la primera mujer y el primer hombre se miraron con curiosidad. Era raro lo que tenían entre las piernas.

-¿Te han cortado? -preguntó el hombre.

-No -dijo ella. Siempre he sido así.

Él la examinó de cerca. Se rascó la cabeza. Allí había una llaga abierta. Dijo:

-No comas yuca, ni guanábanas, ni ninguna fruta que se raje al madurar. Yo te curaré. Échate en la hamaca y descansa.

Ella obedeció. Con paciencia tragó los menjunjes de hierbas y se dejó aplicar las pomadas y los ungüentos. Tenía que apretar los dientes para no reírse, cuando él le decía:

-No te preocupes.

El juego le gustaba, aunque ya empezaba a cansarse de vivir en ayunas y tendida en una hamaca. La memoria de las frutas le hacía agua la boca. Una tarde, el hombre llegó corriendo a través de la floresta. Daba saltos de euforia y gritaba:

-¡Lo encontré! ¡Lo encontré!

Acababa de ver al mono curando a la mona en la copa de un árbol.

-Es así -dijo el hombre, aproximándose a la mujer.

Cuando terminó el largo abrazo, un aroma espeso, de flores y frutas, invadió el aire. De los cuerpos, que yacían juntos, se desprendían vapores y fulgores jamás vistos, y era tanta su hermosura que se morían de vergüenza los soles y los dioses.

P.D. Os animo a que comentéis destacando algún detalle o aspecto. A mí lo que más me ha gustado es que la mujer "tuviera que apretar los dientes para no reírse", o sea, que ya sabía en qué consistía la cura, la muy picarona. Está claro que las mujeres, desde la primera pareja, siempre han ido por delante de los cierrabares...

viernes, 22 de mayo de 2020

"Mensaje en una botella". Gustavo Romera Marcos.

MIS PERLAS LITERARIAS 47
22-05-2020


(Dedicada a mis leales camaradas; y también a mis enemigos, que me leen en silencio).

En mi paseo matinal por el auténtico BORBONEGRO, hoy me he encontrado flotando en el río una botella de cristal con un mensaje que quiero convertir en Perla:

"Soy un hombre que, desde que era un imberbe párvulo hasta mi jubilación con toda la barba, he dedicado toda mi vida a la enseñanza. Sí, toda mi vida, porque dejé vacío mi pupitre de alumno a ras de suelo en junio y ascendí a la tarima de profesor dos meses después. ¡Qué vida tan monótonamente divertida! 
Mi mayor placer como profesor ha sido el entusiasmo con que he vivido lo poco que he podido enseñar y lo mucho que he aprendido de mis alumnos. Y mi mayor desgracia, ser cada año un año más viejo mientras que mis alumnos gozaban de la eterna juventud. 
Vivía jubiloso mi jubilación hasta que un virus asesino me encarceló en mi propia casa medio muerto de miedo, no por temor a morir sino a ser asesinado, que no es lo mismo. 
Pero en vez de rendirme, decidí alistarme en la resistencia y adentrarme en la selva internáutica junto a otros rebeldes con causa. Lancé perlas salvadoras que encontraba, no encerradas en las ostras sino en las páginas de los libros, a las que se aferraron muchos prisioneros como salvavidas para no naufragar. 
Pero llegó la liberación y hubo muchos desertores. Se quedaron junto a mí sólo unos pocos leales, sin duda los mejores. Estaba a punto de rendirme viendo cómo la mayoría de mis perlas quedaban enterradas al pie de los muros bajo sucesivas capas de toda clase de basura… 
...cuando vi a lo lejos una manifestación que se acercaba hacia mí con paso firme. En la distancia, no supe quiénes eran pero, al aproximarse, las mascarillas que cubrían la mitad de su caras no impidieron que los fuera reconociendo por el brillo de sus ojos. Nunca olvidaré lo que decía la enorme pancarta de la cabecera: 
¡SIN TUS PERLAS, NUESTRAS VIDAS YA NO TIENEN SENTIDO!"

P.D. Por ellos y sólo por ellos, he decidido seguir en el frente pero también he construido un castillo en el aire para recibir sólo las visitas de los voluntarios que quieran seguir viviendo las apasionantes aventuras encerradas en mis brillantes perlas libres de basura.

"No me toques". Manuel Vicent.

MIS PERLAS LITERARIAS 46

21-05-2020


Hoy, la verdad, no es que esté dolido pero estoy empezando a mosquearme con esta iniciativa que a lo mejor tenía que haber titulado MIS PALIZAS LITERARIAS. Sé que tengo unos lectores incondicionales que se pueden contar con los dedos de las dos manos pero, cuando veo mensajes de alguien que dice “Buenos días” con una foto en la que aparece todavía despeinado y tiene más de cien comentarios, la verdad, empiezo a pensar que “este no es mi sitio” como dijera un allegado mío en la caseta de los churros de la feria cuando le dijeron que no había cubatas.

Bueno, mientras pienso sobre el futuro de esta serie de perlas, ahí llevan mis asiduos lectores la columna de Manuel Vicent del pasado domingo, que tampoco me cuesta tanto trabajo copiar y pegar. A lo mejor lleva razón una vez más mi idolatrado maestro y es mejor una dosis semanal, que no diaria, para los lectores. Ya veremos…


NO ME TOQUES
El distanciamiento social había sido hasta ahora el que existe entre el pobre y el rico, entre el que vive en una chabola y el que habita un dúplex de lujo, entre el que consigue a duras penas llenar el estómago gracias a la caridad y el que saluda a los amigos con una cigala en la mano. Guardar las distancias había sido hasta ahora una actitud de clase que indicaba cierta displicencia con que el de arriba miraba a la chusma, pero hoy significa esa separación física de dos metros que debemos observar entre las personas al salir del confinamiento para evitar ser contagiados por el virus. Aunque, según Baroja, la Biblia está llena de personajes facinerosos, sea uno creyente o agnóstico, conviene a veces leer ese libro porque también contiene relatos metafóricos no exentos de sabiduría. Grandes maestros de la pintura, entre otros Giotto, Fra Angélico, Tiziano y Correggio han pintado la escena bíblica en la que Cristo recién resucitado se aparece a la Magdalena. No se nos dice en qué lugar se produjo el encuentro, pero en estas pinturas se ve a la mujer enamorada en medio de un huerto florido, alucinada y llena de alegría, con los brazos tendidos hacia el Maestro, quien mantiene una actitud huidiza como advirtiendo a su amiga que guarde las distancias. “Noli me tangere”, no me toques, le dice. Es lo mismo que nos indican hoy los virólogos. Esos dos metros de separación, que también observan la Magdalena y el Nazareno, es un espacio habitado por el pánico, un naipe fatídico que a partir de ahora va a barajarse en cualquier relación humana entre el amor y la muerte. Aunque juegues tú en este caso el papel de resucitado, durante mucho tiempo en la brisa, en las flores, en los besos, en el sexo, en el vino de alegres sobremesas, en todos los placeres bajo el sol o a la luz de la luna estará siempre presente el coronavirus como un cruel invitado.

P.D. Hoy no estoy para posdatas.

martes, 19 de mayo de 2020

Dos sonetos a Moratalla. Manuel Guerrero Torres.

MIS PERLAS LITERARIAS 45
19-05-2020

Cuando publiqué mi perla 36, busqué información sobre Manuel Guerrero Torres y encontré en internet un libro sobre su vida y obra publicado en 1997 por Juan Manuel Villanueva. Esta mañana lo he recibido. En un primer vistazo al índice, me he llevado la agradable sorpresa de encontrar dos sonetos, que no conocía, dedicados a Moratalla. El primero alude al origen legendario, no histórico, de los nombres de Caravaca y Moratalla, lo que no le resta valor literario; y el segundo es un topografía épica que ya considero, sin duda, el mejor soneto a nuestro querido pueblo. Ahí os dejo los dos para conocimiento y disfrute de propios y extraños. 



MORATALLA 


La blanca yegua tuvo del rendaje 
cuando llegó la triste cabalgada, 
y vio a la reina mora, su adorada, 
Ben-Amar, el altivo abencerraje. 

“Cara-Vaca” corrida en mi homenaje; 
“Mórate-allá” suspira en aljamiada; 
y sus divinos ojos, la cuitada 
seca con su almaizal de blanco encaje. 

Moratalla la hidalga le dio asilo; 
y se dice en un viejo codicilo 
que aún la sienten gemir bajo la tierra. 

Es como una kasida triste y suave… 
Lope de Azor rimóla en Alarabe; 
y Ben-Amar en lo alto de la sierra

                       * * *

A MORATALLA 
                     La muy noble y hospitalaria villa 

Calles angostas, torreones fieros 
que, altivos, muestran tu morisca cuna 
y hablan audacias de tus caballeros 
y entonan gestas de la Media Luna. 

Un Cristo aparecido dice amores; 
una peña, de un hada encantadora; 
y las endechas de tus trovadores 
gimen tristezas de una reina mora. 

Bajo las sombras de tus olivares, 
van tejiendo los mozos sus cantares 
por tus mujeres de sin par belleza. 

Y, en este ambiente legendario y rudo, 
un castillo reafirma su grandeza 
sobre el campo de plata de su escudo.

lunes, 18 de mayo de 2020

Etapas poéticas. Juan Ramón Jiménez.

MIS PERLAS LITERARIAS 44
18-05-2020

Después de los escasos votos en la encuesta de mi Perla anterior, no me desanimo porque recuerdo la famosa dedicatoria que hizo mi venerado Juan Ramón Jiménez: “A la inmensa minoría”.

Y precisamente a él quiero dedicar mi Perla de hoy. Se ha reavivado mi vena de profesor y voy a hacer un breve recorrido por las etapas de su poesía. El propio autor dejó claras esas tres etapas en su poema “Vino primero pura”, publicado en el libro “Eternidades” (1918).

Vino, primero pura,
vestida de inocencia;
y la amé como un niño.
Luego se fue vistiendo
de no sé qué ropajes;
y la fui odiando sin saberlo.
Llegó a ser una reina
fastuosa de tesoros…
¡Qué iracundia de hiel y sin sentido!
Mas se fue desnudando
y yo le sonreía.
Se quedó con la túnica
de su inocencia antigua.
Creí de nuevo en ella.
Y se quitó la túnica
y apareció desnuda toda.
¡Oh pasión de mi vida, poesía
desnuda, mía para siempre!


De estas tres etapas, también admitidas por la crítica, he elegido tres botones de muestra.

Primera etapa. Sensitiva (1898-1916)

ADOLESCENCIA


En el balcón, un instante
nos quedamos los dos solos.
Desde la dulce mañana
de aquel día, éramos novios.
-El paisaje soñoliento
dormía sus vagos tonos,
bajo el cielo gris y rosa
del crepúsculo de otoño.-
Le dije que iba a besarla;
bajó, serena, los ojos
y me ofreció sus mejillas,
como quien pierde un tesoro.
-Caían las hojas muertas,
en el jardín silencioso,
y en el aire erraba aún
un perfume de heliotropos.-

No se atrevía a mirarme;
le dije que éramos novios,
...y las lágrimas rodaron
de sus ojos melancólicos.


Segunda etapa. Intelectual (1917-1936)

YO NO SOY YO


Yo no soy yo.
Yo soy este
que va a mi lado sin yo verlo:
que, a veces, voy a ver,
y que, a veces, olvido.
El que calla, sereno, cuando hablo,
el que perdona, dulce, cuando odio,
el que pasea por donde no estoy,
el que quedará en pie cuando yo muera.


Tercera etapa. Poesía suficiente o verdadera. (1936-1958)

SOY ANIMAL DE FONDO (fragmento)


Pero tú, dios, también estás en este fondo
y a esta luz ves, venida de otro astro;
tú estás y eres
lo grande y lo pequeño que yo soy,
en una proporción que es esta mía,
infinita hacia un fondo
que es el pozo sagrado de mí mismo.

Y en este pozo estabas antes tú
con la flor, con la golondrina, el toro
y el agua; con la aurora
en un llegar carmín de vida renovada;
con el poniente, en un huir de oro de gloria.
En este pozo diario estabas tú conmigo,
conmigo niño, joven, mayor, y yo me ahogaba
sin saberte, me ahogaba sin pensar en ti.
Este pozo que era, solo y nada más ni menos,
que el centro de la tierra y de su vida.


P.D. Hoy sobran todas las posdatas.

sábado, 16 de mayo de 2020

"Trabajos". Manuel Vicent o Gustavo Romera

MIS PERLAS LITERARIAS 43 
17-05-2020

Después de cinco entregas de una misma perla, vuelvo hoy a la “nueva normalidad”. Y lo hago con una propuesta para dar a esto cierto dinamismo. Voy a publicar hoy una columna, titulada “TRABAJOS”, escrita por mí o por Manuel Vicent para hacer una encuesta entre mis lectores. Basta con un SÍ para votar por mí, o con un NO para votar por Vicent. No valen “ME GUSTA” ni otros “ME…”, ni cachondeos como “Gustavo Vicent”, que conozco al personal y esto va en serio. Tampoco vale buscar en los archivos de internet. A los primeros 10 votantes, independientemente de lo que voten, les regalaré un libro sorpresa, lo juro. Pero sólo revelaré el autor cuando se llegue, como mínimo, a los 50 votos. En caso contrario, me llevaré el secreto a la tumba. 

TRABAJOS 

Desde que Adán empezó a sudar lágrimas por su frente, la vida ofrece un variado catálogo de trabajos, pero sólo podemos elegir los más agotadores porque los otros ya están agotados. Hay trabajos tan asesinos a sueldo como degollar, en serie, indefensos corderos en un matadero industrial. Tan abominables como traficar con sustancias que roban la brújula de sus sueños a los muchachos en flor. Tan ignorados como doblar a John Wayne, arrastrado por un caballo desbocado con un pie atrapado en el estribo. Tan arriesgados como rescatar ileso a un tierno bebé de su cuna envuelta en llamas, o a un alpinista en coma cuya vida y la de su ángel de la guarda penden de un hilo de acero pendiente de un helicóptero. Tan estresantes como tripular una ambulancia atrapada en un atasco llevando a cuestas un niño agonizante. Tan odiosos como descuartizar a punta de bisturí forense un fiambre ya descuartizado a punta de navaja psicópata. Y tan envidiables como ser nariz de oro para paladear en primicia los selectos vinos prohibitivos, o fingir orgasmos compartiendo cámara y cama con rutilantes estrellas del porno. Pero también hay desocupados. No tener trabajo como obrero en paro sin ingresos debe provocar un gran dolor, pero no tenerlo como millonario en activo debe provocar un gran placer. La jubilación, por otra parte, es un cambio de puesto de trabajo con su cara y su cruz, la cara sonriente de tu nieta tras cada empujón que das a su columpio, o tu propia cara viendo a tus gallinas picotear ávidamente los granos de maíz resbalados entre tus dedos; o la cruz de seguir castigando tus ya castigadas rodillas al arrastrar, escalones arriba, la superpesada carreta del supermercado. Cuando te molesten tus nietos, te aburran tus gallinas, y no te alegres al recibir la telecompra con la cuña de tu queso preferido, está muy próximo el atardecer gris en que darás trabajo a tu sepulturero. 

P.D. Así que ya sabéis, si no queréis quedaros con la duda, ya podéis hacer campaña electoral para que voten vuestros amigos…

"Futuro pretérito" (Quinta entrega). Gustavo Romera Marcos

MIS PERLAS LITERARIAS 42
15-05-2020

FUTURO PRETÉRITO (Quinta entrega)

Decidí defenderme a mí mismo de oficio aunque mi oficio no era el de abogado. Este fue mi alegato:
En primer lugar, señoría, puntualizaré que hablo en nombre del acusado metafóricamente porque está claro que yo no soy el autor y, por tanto, tampoco responsable de los cargos que se le imputan.

Respondo a las acusaciones por el mismo orden:
1. La comida del almuerzo sí que estaba echá a perder pero, precisamente por eso, no me la comí, que es mejor ayunar que envenenarse.
2. Es cierto que los nazarenos de mi pueblo no desfilan organizaos pero eso no es Desorden Público, eso es auténtico arte musical a golpe de palillo en vivo, en directo, y en plena calle, que no es lo mismo. A veces, se toca con nocturnidad y alevosía, pero son las menos.
3. En los Encierros de mi pueblo no se maltrata a los animales bravos, al contrario, les tenemos mucho respeto, incluso a los mansos, que más de un cabestro ha dao sus buenos sustos y revolcones.
4. ¿Secreto Profesional? Vamos a ver, si todo el pueblo dice que yo estoy loco y yo no he abierto la boca, la policía tendrá que descubrir al chivato. ¿O no?
5. Lo del Escándalo Público en la vía pública son tres bulos en uno. No hubo escándalo porque no llegué a decir ni pío, no había público porque estábamos solicos, y vía menos todavía, que La Glorieta es un jardín y no una estación de ferrocarril.
6. ¿Intento de sucidio? Pero si hacía pie, ¿cómo iba a ahorcarme? Lo que pretendía era darme un susto en defensa propia.
7. Lo del allanamiento tampoco es verdad porque los bancales del susodicho Pipi están más lisos que la palma de la mano.
8. No creo yo que las habas estén en peligro de acabarse porque se siguen cociendo en todas las casas; y en la Casa Real, a calderadas. (¡Chúpate esa, Corina! dije yo entre mí).
9. Pero qué Derecho a la Intimidad si lo que dije de mi familia lo sabe de sobra to el pueblo, y casi tos los del Campo y de Las Cañás.
10. El árbitro podrá pitar misa pero el texto dice “presunto independentista”. Es posible que fuera a la escuela en Andalucía pero, desde luego, es más catalán que el Agua de Vichy. (¡Otro millón a la saca por publicidad!).
11. ¿Qué publicidad necesita El Pozo? ¡Una empresa líder modelo a nivel mundial en producción, gestión, higiene, seguridad en el trabajo, y que respeta no sólo el medio ambiente sino también el otro medio! (¡Otro millón a la pochaca!)
12. ¿Cómo iba yo a estafar en las apuestas con ánimo de lucro si ya no me quedaba ningún ánimo ni para vivir?
13. La evasión de capital es otro bulo sin fundamento, ¿cómo voy a ir en yate a un país como Suiza que no tiene ni un palmo de costa? ¡Eso lo han dicho los de Hacienda, que no tienen ni un palmo de frente! ¡No son listos, son listones… pero de la serradora, por eso pegan los palos que pegan!
14. Lo del Huerto de los Olivos confirma claramente que el autor ni soy yo ni tampoco ningún moratallero, porque hubiera aparecido como el Bancal de las Oliveras.
15. En cuanto al escarnio religioso, yo no le pedí a la Virgen su complicidad, al contrario, lo que le pedí es que me dejara como estaba y, por tanto, que no hiciera nada por mí. ¡Demasiao sabe la Virgen que no se debe fiar de una persona como yo!

Por último, alego también en mi defensa que, aun en el caso de que yo fuera el autor, no lo recuerdo porque no veo el pasado, lo que veo es el futuro con anticipación y, precisamente por eso, acabo de enterarme de que el jurado me va a declarar libre de todos los cargos pasado mañana y, por tanto, ¡INOCENTE! Señoría, ¿para qué vamos a esperar tontamente dos días? Vámonos con la venia por donde hemos venío.

Se levantó la sesión, nos levantamos todo y se siguen levantando sospechas sobre mi culpabilidad pero, quien espere que me declare autor, que espere sentao.

Estoy pensando que, si no descubren al verdadero autor, a lo mejor me lo apropio, que también otros se apropian de lo mío… ¡Las gallinas que entran por las que salen!

FIN POR FIN

(No continuará, de momento)

jueves, 14 de mayo de 2020

"Futuro pretérito" (Cuarta entrega). Gustavo Romera Marcos

MIS PERLAS LITERARIAS 41
14-05-2020


Algunos expertos, cuyo nombre es un misterio, me han atribuido precisamente a mí el monólogo “Futuro pretérito”, origen de este debate que trasciende ya lo literario para entrar de lleno en el ámbito judicial. El texto es manifiestamente humorístico pero esta acusación la verdad es que no me hace ninguna gracia. ¡Ojalá pudiera yo escribir así!

Como principal sospechoso, me interrogó la policía insinuando que todos los datos que se citaban en el texto apuntaban hacia mi persona. Pero es como yo les dije: “¿A ver si ahora va a resultar que yo soy la única persona en la faz de la Tierra que es amigo del Salvador de Vitoria, con dos hijos, madridista, paciente de don Antonio; y con tres hermanos, un quinielista, un palomista, y una florista? ¡Menudos detectivistas están ustedes hechos!”.

Pero se comprobó que, efectivamente, yo era el único con el que coincidían todos esos datos, ¡que ya es mala suerte! y tuve que ir a juicio. Yo no sabía de qué se me acusaba exactamente pero me quedé de una pieza cuando me detallaron nada menos que quince delitos, enumerados por orden de aparición en el texto de autos, y eso que no aparece ningún coche:
1. Atentado contra la Salud Pública por consumo de alimentos en mal estado.
2. Incitación al Desorden Público por enaltecimiento del toque del tambor en espacio público.
3. Maltrato animal por enaltecimiento de los Encierros de Ganado Bravo.
4. Revelación de Secreto Profesional en la persona de un titulado en Medicina.
5. Escándalo Público por intento de propuesta deshonesta a una menor de edad en la vía pública.
6. Atentado contra el Derecho a la Vida por intento de suicidio.
7. Atentado contra el Medio Ambiente por allanamiento de un bancal recién regado.
8. Atentado a la Diversidad Biológica en una plantación de la especie “Vicia faba”, en peligro de extinción.
9. Vulneración del Derecho a la Intimidad de cinco miembros familiares.
10. Injurias contra el árbitro del colegio andaluz, señor Puigdemont Torra.
11. Publicidad encubierta de una empresa de productos cárnicos.
12. Estafa continuada en juegos de azar con ánimo de lucro.
13. Evasión de capitales a un paraíso fiscal en el extranjero.
14. Profanación del lugar sagrado denominado Huerto de los Olivos para satisfacer los más bajos instintos libidinosos.
15. Escarnio de las creencias religiosas por invocación de complicidad a la Virgen.

P.D. A la vista de la cantidad y gravedad de las acusaciones vertidas contra el presunto autor del texto, no me queda otro remedio que darle un día por lo menos para preparar su defensa ante el Jurado. Por tanto, dichas alegaciones serán desveladas en una QUINTA ENTREGA de este apasionante rompecabezas que parece no tener fin.

¿Conseguirá el acusado librarse de tantas y tan graves acusaciones? ¿O se pudrirán sus huesos en la cárcel condenado por unos delitos que quizá no haya cometido?
Todo esto y mucho más en... "FUTURO PRETÉRITO" (Quinta Entrega)

(Continuará)

miércoles, 13 de mayo de 2020

"Futuro pretérito" (Tercera entrega). Gustavo Romera Marcos

MIS PERLAS LITERARIAS 40

13-05-2020

…la llegada de las casas de apuestas deportivas que permiten apostar durante los partidos, ¡cambió nuestra suerte para siempre!



Qué gran verdad es que ni la salud ni el dinero puede estar ocultos. Bueno, lo de mi enfermedad no se lo dijimos a nadie por la cuenta que nos traía pero el dinero… Tenemos tantos billetes de 500 euros, bueno, en realidad los tenemos todos, por eso han desaparecido de la circulación y también porque nos da ya tanto asco el dinero que sólo pagamos con tarjetas.

Otro hermanico mío estaba tan mosqueado que un día me compadecí de él y, como no era quinielista, le desvelé mi gran secreto. Pero me olvidé de que tenía un vicio mucho peor, ¡era palomista! Cuando se lo dije, se le salieron los ojos de las órbitas, bueno casi, pensando que nos íbamos a forrar en las subastas de los concursos de palomos. Como así fue. 

Pero claro, como tengo que ser yo el “adivino”, entre el fútbol del uno y los palomos del otro, me llevan loco. Voy a tener que decirles que se me borra el futuro, por lo menos los lunes, para poder llevar a Suiza en mi yate de lujo los maletines con mis colecciones de estampas de los bollycaos. 

Lo que sí lamento es no haber encontrado la forma de hacer rica a mi otra hermanica porque tiene una floristería y no he podido yo sacarle punta al asunto… Un día, por decir algo, le dije: “Mira a ver si te quitas de encima tos estos claveles que se te van a poner chuchurríos y los vas a tener que tirar”. Y me soltó sin pensárselo: “¡Tócate la seta y ponte un braguero no vaya a ser que te hayas herniao por el consejo! ¿No ves que son de plástico? ¿Chuchurrios? ¡Tú sí que estás chuchurrío!”. No es que sea mal hablá mi querida hermanica, es que, según su logopeda, como no tiene necesidad de depilarse la lengua, padece el síndrome de espontaneidad expresiva, que quede claro. 


De mi vida sentimental no pienso decir ni media pal(…) pero, desde luego, ya no es la misma, ¡ande vamos a parar! Ahora son muchas las mujeres que intentan llevarme al huerto, y no precisamente al de los olivos, pero yo, como me anticipo a sus interesadas intenciones, he decidío no hacer caso de mi problemática mental cuando las veo en cuereticos vivos, acostás to lo largas que son, en un huerto convertío en cama de matrimonio, por el tamaño, no por el nombre… Que me perdonen las esposas felizmente casadas pero he visto en mi futuro pretérito que, en cuanto me case, se me acaba el chollo… 

Resumiendo, que mi presunta enfermedad acabó por solucionarme la vida y bastantico. Como dijo aquel moratallero anónimo en su compungido pésame a un también anónimo doliente: “Lo que es menester es lo que es menester”. Pues eso, que lo que es menester es que no me cure mientras viva. ¡Virgencica de La Rogativa, que me quede como estoy!

P.D. Debido a las repercusiones de todo tipo que esta publicación ha despertado en las redes sociales, en la opinión pública y en distintos medios de comunicación, incluso con implicaciones delictivas contra el posible autor, yo, como único responsable de su difusión, HE DECIDIDO CREAR UNA CUARTA ENTREGA en la que mañana daré a conocer todo lo concerniente a este auténtico circo mediático, cuyos derechos exclusivos se están disputando ya varias editoriales y cadenas televisivas. 

(continuará)

martes, 12 de mayo de 2020

"Futuro pretérito" (Segunda entrega). Gustavo Romera Marcos

MIS PERLAS LITERARIAS 39
12-05-2020


…y compré en la tienda del Luis de los Gallos cinco metros de cuerda, de seda para no rozarme el cuello, como las de liar el zompo pero como la muñeca de gorda. Mi amigo el Salvador de Vitoria me enseñó a hacer nudos de arriero sin sospechar mis intenciones y pensé que había llegado el momento de superar mi examen final…



Me dijeron que las mejores habas eran las de El Pipi, y que estaban en todo lo suyo. A su bancal que me fui porque, para una vez que se suicida uno en la vida, menudo ridículo si te encuentran bamboleándote colgado en unas habas mustias y escuchimizás. Amarré la cuerda en las cruces de una de las matas más bajas para poder hacer pie y no sufrir en el pataleo y, cuando ya tenía el nudo alrededor de la garganta, vi que se deshacía -¡menudo arriero!- y yo caía al suelo. ¡Menos mal que estaba recién regao porque El Pipi acababa de salir de tanda! Me rompía cuatro vértebras, tres costillas, dos tibias y dos peronés… ¡Pero seguía vivo! La suerte estaba de mi parte porque mi confusión temporal había hecho que me arrepintiera de ahorcarme en el último momento salvándome la vida y dejando intactos los 206 huesos de mi cuerpo serrano. Si alguien piensa que son muchos, le diré que, si esto me hubiera pasado de bebé, hubieran sido 300. Quien sospeche de bulo, que investigue.



Más tarde, pensé que mi problema podía ser hereditario y, como tengo dos hijos, me preocupé, la verdad. El mayor es tan tranquilo que lo ves masticar a media mañana con tanta parsimonia que no sabes si está almorzando o rumiando la cena de la noche anterior. No, no se anticipa al futuro, es al revés, disfruta tanto del presente que lo prolonga y el futuro, desesperao vivo, se le retrasa. El menor, en edad pero no en estatura, por el contrario, es tan nervioso que se come él solo el kilo de arroz con conejo en cuatro tenedorás, si es seco; o en cuatro cucharás, si es caldoso; mientras yo me quedo a medio partir el limón. Y tampoco se anticipa al futuro porque, como es más rápido que el tres en uno, nunca se atasca y vive al mismo tiempo los tres tiempos, el pasado, el presente y el futuro. Está claro que, por pasarse o no llegar, lo mío tiene de hereditario lo que yo de profesor de Lengua, con perdón de tan respetables intelectuales.


Así fui tirando hasta que, sin saber por qué no se me había ocurrido antes, caí en la cuenta de que las quinielas podrían ser la solución a mis números al rojo vivo. Me puse a comprobarlo viendo en la tele la final de la Copa de Europa entre el Real Madrid y el Barcelona. Fue oír el pitido inicial y supe que el resultado final era 10-1 a favor del Real Madrid, pero pensé que eso no podía ser verdad y esperé impaciente. En el primer minuto, Sergio Ramos metió un gol antológico de chilena por la misma escuadra, la cosa empezaba bien… pero para los culés porque fue en su propia puerta. El árbitro era descaradamente independentista y dejó al equipo merengue con 7 jugadores a los diez minutos de juego, pero cometió un tremendo error, que resultó contrario a sus intereses, porque dejó a Sergio Ramos en el campo y ¡él solico remontó marcando diez goles de cabeza y en la prolongación! ¡Y el último de penalti, también de cabeza, que desde entonces se llama "a lo arrastrapanza"! ¡Ya está! ¡Soy millonario! Pero todo mi gozo cayó en un pozo muy diferente al de Alhama cuando decidí compartir el secreto con mi hermanico, experto apostante pero inexperto acertante. Me aclaró, para mi desgracia, que los boletos había que sellarlos antes del comienzo de los partidos y mis lágrimas encharcaron la barra del ventanillo sin poderlas enjugar porque el servilletero, como siempre en las urgencias, estaba vacío por delante y por detrás. Mis desgracias no tenían límite.

Cuando ya había perdido todas mis esperanzas…

P.D. ¿Qué nuevas desventuras le acechan en su cruel destino? ¿Conseguirá, por fin, enderezar el rumbo de su dramática existencia?...
Todo esto y mucho más en “FUTURO PRETÉRITO” (Tercera entrega).

(Continuará)

lunes, 11 de mayo de 2020

"Futuro pretérito" (Primera entrega). Gustavo Romera Marcos

MIS PERLAS LITERARIAS 38
11-05-2020

Hoy voy a dejar quieto al puñetero virus a ver si se siente ignorado y se suicida por aburrimiento, que es lo mejor que nos podría pasar…

Me he encontrado tirada en una cuneta una cinta de casete antigua con un monólogo grabado pero no lleva la carátula y no se quién es el autor. Se trata, sin duda, de un moratallero por el lenguaje y por las claras alusiones a nuestro pueblo.

Os voy a pasar la transcripción para ver si alguien me da alguna pista pero, como es bastante largo, lo he dividido en tres entregas, una cada día, y, de paso, gana en emoción, como aquellos seriales radiofónicos, que tantas lágrimas hicieron derramar a nuestras sufridas abuelas dejándolas con el alma en vilo hasta el día siguiente, ¡qué lástima!... Pero este monólogo no es para llorar, sino todo lo contrario…



Yo, como cualquier mortal, percibía primero el presente, lo convertía en pasado en milésimas de segundo y, al mismo ritmo, iba transformando el futuro en presente, y así sucesivamente en un proceso continuo, que, ahora que lo pienso, era demasiado complicao para hacerlo sin ningún esfuerzo, pero lo tenía muy ensayao desde aquel día en que me dije “ya tengo uso de razón”.


Pero una mañana noté que el almuerzo me había sentao como un tiro incluso antes de comérmelo, pero pensé que aquello era algo pasajero, y lo achaqué a que estaban fuertecicos los minchirones, amarillujas las sardinas de cuba, y churreteros los abercoques. ¡Menos mal que no almorcé, claro!

Llegó la Semana Santa y, justo cuando un tamborista salía de su peña presumiendo de tambor, yo ya veía su desesperación al rajársele la piel de arriba a abajo en plena Farola. Aquello no pintaba bien, pero me esperé a la Fiesta de la Vaca a ver si se me pasaba. Subí a ver el Apartao en la Casa de Cristo y, fue salir de la cerca la maná de vacas con los mansos y los caballistas, y yo ya conocía las tres vacas que se escapaban en el cruce de La Yesera y que el Álvaro conseguía cortarlas a galope tendío en Los Alderetes. Pero, claro, no era cosa de decírselo a la gente porque me cargaba la emoción de todo el pueblo. Hubiera sío, para entendernos, como si en un cine, al empezar una película de Ser los Holmes -como es una grabación no sé si se escribe así-, hubiera gritao en el patio de butacas el nombre del asesino. Por nadie pase.

Decidí contarle mi problema a mi médico, don Antonio, más conocido como “El Veinticinco” por sus amigos, o “El Rejas” por sus enemigos, pero fue cruzar la puerta del ambulatorio y vi cómo me firmaba el ingreso directamente en un centro psiquiátrico del que no me esperé ni a ver el nombre. Me volví porque estaba enfermo, sí, pero no tonto. Así que decidí cargar a solas con todo el peso de mi confusión temporal y no decírselo absolutamente a nadie, y mucho menos a mis compañeros del truque, a los que siempre les ganaba porque ya conocía sus cartas mientras barajaban. No todo iban a ser inconvenientes.

Una tarde intenté declararle mis insanas intenciones a una muchacha en el poyo de La Glorieta pero, antes de que pudiera abrir la boca, la vi trasponer por la esquina del Cuartel, quitándose el culo calle abajo y dejándome plantao como el alatonero del campo de fútbol, es decir, enmedio de la baldosa. Mi vida empezó a hacerse tan insoportable que ya incluso iba a las bodas por puro compromiso porque, mientras todos felicitaban a los felices recién casados -de cuyos nombres no quiero acordarme-, yo tenía que fingir mi sonrisa viéndolos ya divorciaos disputándose la custodia de los hijos.

Mi inconfesable secreto estaba convirtiendo mi vida en un verdadero infierno y estaba tan desesperao que decidí suicidarme…

P.D. ¿Se quitará la vida? ¿Cambiará su suerte? ¿Encontrará al amor de su vida?... Todo esto y mucho más en el "FUTURO PRETÉRITO" (Segunda entrega).

(Continuará)

domingo, 10 de mayo de 2020

“Eloísa está debajo de un almendro”. Jardiel Poncela.

MIS PERLAS LITERARIAS 37

10-05-2020
Ahora que tenemos prohibido viajar y nos consolamos con viajes virtuales navegando por internet y echando las redes en las redes sociales, me he acordado del viaje que Jardiel Poncela escenificó en “Eloísa está debajo de un almendro”, estrenada en 1940, cuando ni siquiera existía la televisión, no digo más.
En el Acto I, Edgardo emprende un viaje en tren a San Sebastián acostado en su cama, en la que lleva veintiún años sin levantarse para nada a causa de un desengaño amoroso con su cuñada Clotilde. Fermín es el criado; Leoncio, su posible sustituto; y Micaela, hermana de Edgardo. He acotado este fragmento. Arriba el telón…

FERMÍN.- (Mirando el reloj y alarmándose.) ¡Ahí va! Dos minutos para el tren de San Sebastián. Hay que arreglarlo todo en un vuelo. (Pone junto a la cama unas maletas y manipula en el «cine».)
LEONCIO.- (Siguiéndole.) Oiga usted, ¿pero eso de San Sebastián era fetén? (…)
FERMÍN.- Hombre, claro. Rara es la noche que no se va a algún lado... (…) la cama le aburre, y necesita viajar.
LEONCIO.- Pero ¿sin moverse de la cama? (…)
FERMÍN.- Pues para viajar acostado es para lo que tiene usted que aprender los horarios y los trayectos ferroviarios. Porque el señor, a veces, se duerme viajando, pero uno tiene que estar ojo avizor toda la noche para tocar la campana al salir el tren de cada ciudad, que hay que hacerlo a la hora exacta; cantar los nombres de las estaciones y vocear las especialidades de la localidad.
LEONCIO.- Oiga usted, ¿y paran ustedes en muchos sitios?
FERMÍN.- La noche que el señor va en el correo, sí; pero otras noches, que tiene prisa, coge el rápido, y entonces la cosa es llevadera.
LEONCIO.- Y con este aparato, ¿qué hay que hacer?
FERMÍN.- Esto es para proyectar vistas de los sitios principales por donde se pasa. ¿Ve? (Enseñándole una caja.) Aquí están las del itinerario de San Sebastián, numeradas y por orden de proyección... (Mirando el reloj.) ¡La hora! Vamos allá. Siéntese usted ahí y fíjese bien en todo para que aprenda pronto... (Toca el resorte de la pared y la persiana de madera se levanta, descubriendo la cama, donde Edgardo está leyendo un libro.)
EDGARDO.- ¿Qué? ¿Ya es la hora?
FERMÍN.- Sí, señor. Van a dar la salida.
EDGARDO.- ¿Tienes los billetes? ¿Has facturado los equipajes?
FERMÍN.- Sí, señor. Y aquí lo bultos de mano. Todo está en regla, señor.
EDGARDO.- ¿No ha venido nadie a despedirnos?
FERMÍN.- No, señor.
EDGARDO.- Mejor. Las despedidas son siempre tristes.
LEONCIO.- (Que contempla la escena asombrado y sentado en un sillón. Aparte.) ¡Chavó, qué imaginación!
FERMÍN.- (Toca un pito, la campana, y luego una sirena.) Ya salimos, señor.
EDGARDO.- ¡Andando! Llevamos muchísimo retraso, pero lo ganaremos mañana en Alsasua. Voy a echar una cabezadita hasta Villalba.
FERMÍN.- Hay parada en La Navata, señor.
EDGARDO.- Bueno, pero si voy dormido, no me despiertes.
LEONCIO.- (Aparte) Y viajando así no habrán descarrilado nunca, claro...
FERMÍN.- ¿Qué? ¿Se queda usted en la casa?
LEONCIO.- Pues, la verdad, lo estoy dudando.
FERMÍN.- Me lo temía. Tres aspirantes se han rajado al ver esto de los viajes. (…)
LEONCIO.- Hombre, claro.
FERMÍN.- Y viajar con el señor tiene sus ventajas, porque uno está autorizado a sentarse aquí toda la noche y a comer y a beber a discreción los productos de cada sitio por donde pasa. Yo, en el último viaje que hicimos por Galicia, me harté de langosta y de vino del Riveiro.
LEONCIO.- ¡Arrea! Y hoy, ¿qué menú líquido tenemos en el itinerario?
FERMÍN.- Pues, empezando por leche fresca al cruzar Las Navas y acabando por chacolí, toda la lira.
LEONCIO.- Me está usted animando a quedarme.
(Aparece Micaela. Leoncio, al verla, intenta levantarse respetuoso.)
FERMÍN.- (Sujetándole) ¡Chis! Siéntese, que en viaje tenemos autorización para no levantarnos. (…)
MICAELA.- (Contemplando a Edgardo) Hace falta estar más loco que un molino para viajar de esa manera... (Deteniéndose delante de Leoncio.) ¿A usted qué le parece? (…) ¿Está en su sano juicio un hombre que se marcha así a San Sebastián? (…) Locura lo llamo yo el abandonar la casa hoy para irse tan lejos. Sin contar con que San Sebastián en marzo es muy frío, y que volverá con un catarro...
FERMÍN.- Si no podía ser de otra manera... (Mira el reloj de pronto.) Menos veinte... (Va a la campana y la hace sonar.) ¡La Navata!... ¡Un minuto! (…) Ya no tenemos parada hasta Villalba. Nos podemos ir un rato abajo, a tomar el primer tentempié. (…)
(Por la escalera del fondo aparece Clotilde) (…).
CLOTILDE.- ¿Estáis de viaje, Fermín?
FERMÍN.- Sí, señora. Hace diez minutos que hemos salido para San Sebastián.
CLOTILDE.- ¡Válgame Dios! Pues avísame cuando vayáis a Valencia, que quiero ver las fallas.


P.D. Con la que está cayendo, viajar desde la cama tiene muchas ventajas, es gratis, en calzoncillos, sin equipajes, sin contaminar y, sobre todo, evitando las aglomeraciones que tanto le gustan al virus coronado de los cojones… Se quejará el sector turístico pero, si lo que se gastan los turistas extranjeros aquí lo sustituimos por lo que nos gastamos los turistas nacionales allí, a lo mejor nos salen las cuentas porque nosotros somos menos pero más malgastosos…

sábado, 9 de mayo de 2020

“Toma higos, Pepa”. Manuel Guerrero Torres

MIS PERLAS LITERARIAS 36

09-05/2020

Mi ya referida y retrasada promesa de ayer tiene que ver con un poema del escritor caravaqueño Manuel Guerrero Torres, titulado “Toma higos, Pepa”, publicado dos veces en el Programa de las Fiestas en honor a nuestro Stmo. Cristo del Rayo, la última en 1982 a iniciativa mía como mayordomo y coordinador de dicha publicación.
Hay que ser muy irónico y ocurrente para soñar con ser burro, literalmente y con el mayor respeto para estos entrañables cuadrúpedos, de los que tengo uno llamado “Romero”. Bueno, esto es otro bulo porque, en realidad, es él el que me tiene a mí… Os confieso que disfruto más viéndolo comer manojos de alfalfa que si me los comiera yo mismo...

TOMA HIGOS, PEPA

Yo quisiera Celipa ser burro,
por lo menos un par de semanas
pa llevarte en el lomo a la güerta,
y en el lomo volverte a tu casa,
y sentirte al saltar yo el ribazo
si caes o no caes, más tú que te agarras,
pa de gusto soltar yo un rebuzno
sonoro y más güeco que una calabaza.

Del corral a la fuente yo iría contigo
por cántaros de agua
y te apoyarías en mis paletillas
y me rozarías después en las patas,
aunque no quisieras,
con el zagalejo o con las enaguas.
Y tú sabes que soy cosquilloso
y no quió dicirte cómo se pondrían
estas cercustancias,
pero es fácil que fuera tan burro
que tuviás que echar mano a la vara.

Ya en la cuadra, me echarías tu mesma
mi buen pienso de paja y cebada;
¡Ay qué gloria el comer de tus manos
manojos de alfarfa!...

¡Qué alegría el soltar dos corcovos
y poder revolcarme en la plaza;
y además de to esto, Celipa,
yo las cosas claras;
si yo fuá tu burro
me aprovecharía de las cercustancias,
pa tu maere que a mí no me quiere,
por bruja y por mala
y por los decires que me suelta luego,
y los arañazos que me da en la cara,
y esas despresiones,
que me tién más quemao que las ánimas;
a tu maere, digo,
pillarla yo en facha,
poner tieso el rabo y encoger las ancas
¡y toma higos, Pepa!
que arriba te marchas;
y en la boca el estómago mesmo
meterle dos coces que la remontara.

Na más que por esto,
pues crértelo, míalas,
na más que por esto
quisiá ser tu burro
por lo menos un par de semanas.


P.D. Para quienes puedan ver en estos versos violencia de cualquier género contra las suegras, les recordaré que esto es Literatura, sólo Literatura y nada más que Literatura, lo que también implica que se puedan tomar como ejemplo para no ser tan burros y no dar coces a nadie, y mucho menos a las cariñosas mamás políticas, sin las cuales las niñas y los niños se quedarían sin abuelas y el mundo se llenaría de solteronas y solterones.

viernes, 8 de mayo de 2020

"Viviendo con priesa". Juan José Navarro Avilés

MIS PERLAS LITERARIAS 35
08-05-2020


Hace unos días y desde aquí, mi amigo Juan José Navarro Avilés me pidió algún texto en nuestro dialecto murciano, y hoy quiero cumplir la promesa que le hice. To ha sío mentar a mi amigo y me s´han despertao en el cielo de la boca toas las palabricas murcianas que tenía arrinconás. Pa quien no tenga el busto de conocel.lo entoavía, tengo que icil.le que, como su maere tuvo el antojo de un panochico, no se le ocurrió otra cosa que parirlo en el mismico El Esparragal, y atinó de lleno. Pero el zagalico salió mu espabilao y llegó na menos que a inginiero naval manque nunca orvidó el sitio de su nacencia. Su sapiencia en lo tocante a los barcos le sirvió p´hacerse buque insirnia pa la defensa a brazo partío de los munchos brillos de nuestra lengua maere, con la mesma que ha ganao munchas medallas como perráneo del Bando de la Güerta de la capital, a más de otros premios y libros en los que, escarcullando, ha rejuntao lo mejorcico de lo que han escribío nuestros paisanos murcianicos. Pa que no se quede to en flores, manque sean merecías, voy a referir, con el premiso que me da su amistá, una soflama que entituló “Viviendo con priesa”, y que viene al caso poique su arvintencia, por esjracia, nos la está racalcando con creces este encerramiento por culpa de un bicho tan creminal y resistior.

VIVIENDO CON PRIESA

¿Qué tendrá mi páere
metío en la caeza?
Tó el día encerrao,
que ni habla siquiera
y, cuando te mira,
páe que te dijiera:
¡ejarme solico,
náica m'interesa!
Naide cuando joven
le mojó la oreja
pos jue par trebajo
icen, una fiera;
y si es pa su casa,
tó un ejemplo era,
¡a tós nus trataba
con una terneza!...

Cuando angunas feces,
siempre a su manera,
él quería contarme
juera lo que juera,
yo nunca podía,
siempre iba con priesa.

***
Jue pasando er tiempo
sin darnos ni cuenta
y abora que yo
me arrimo a su vera
y quió que me cuente
las historias fiejas
sobre los raijos
de mi parentela
que tan bien guardaos
él tié en su mollera,
él ya no responde,
ni ascucha siquiera.
Quisiá que me cuente
sus gozos, sus penas,
pa sentirme su hijo
completo y de veras
pero él, callao,
baja la caeza...

Cuando llegue el día
en el que se muera,
tó será pa mí
su casa, sus perras...
pero ese vacío
qu'en mi alma quea
no poerá llenarse
con denguna herencia.
¿Por qué no vería
hace tantas yerbas
lo que a él le bustaba
tenerme a su vera?

***
Aboa mis zagales
van tamién con priesa
y nunca t'ascuchan,
¡no les interesa
cuando quió contal.les
ambuna simpleza!

Será ley de vía
y que no hay enmienda
pero, si lo pienso,
m'entra muncha pena
de que tós vivamos
corriendo, con priesa,
cuando lo importante
son las cosas esas
que son sencillicas,
que no cuestan perras,
las que te mantienen
atao a la tierra
y, como presona,
completo te dejan...
¡qu'están en la casa
y no se tién juera!

***
A mi probe páere
l'ha entrao la tristeza...
y, a mí, si lo pienso,
argo asina me entra
si veo el dequivoco
de la vida nuestra.


(Incluido en su libro "La literatura en Murciano", que contiene obras de autores de toda la Región).

P.D. Como se m´ha llenao la boca refiriendo a mi amigo Juan José, se m´ha sartao el agua y, como hay más días que ollas, he dicidío dejar lo prometío pa mañana. Los lo prometo.

miércoles, 6 de mayo de 2020

"El viejo cuento del coronavirus". Gustavo Romera Marcos

MIS PERLAS LITERARIAS 34

07/05/2020

Esta serie de perlas, como dije al principio, iba a recoger textos de mis autores predilectos pero las cosas no son como empiezan, sobre todo en esta caprichosa bola de cristal de la Literatura. Está claro que estoy afectado o infectado por este virus que está acabando hasta con los adjetivos. Mis dedos han empezado a bailar sobre las teclas hace un momento, creía, y acabo de ver, con sorpresa, que son las 4:34 de la madrugada. No sé si ha merecido la pena pero ahora tengo en la pantalla un cuento escrito en el año 2120, sí, has leído bien, dentro de cien años justos. Y me han entrado dos cosas, sueño y ganas de compartirlo con quien llegue a leerlo...

EL VIEJO CUENTO DEL CORONAVIRUS


-Abu, cuéntame otra vez el cuento del coronavirus.
-Pero si ya te la he contado muchas veces.
-Ya lo sé, pero me gusta escucharlo porque cada vez le añades algo nuevo...
-Bueno. Te lo cuento como me lo contaron pero no me hagas preguntas sobre cosas que yo tampoco he conocido. Todo empezó en China, que era un país, pero como ya no hay países... Allí apareció aquel virus y los infectados lo llevaron consigo sin saberlo cruzando todas las fronteras, pero como ya no hay fronteras… Se extendió por todas partes causando millones y millones de muertos y, cuando parecía exterminado, mutaba y reaparecía la pandemia, pero como ya no hay pandemias… Aquello se convirtió en una guerra interminable, pero como ya no hay guerras…
-Sigue, abu, que lo que más me gusta es el final…
-Pues eso, que cien hombres y mujeres, entre ellos tus ocho bisabuelos, tuvieron la suerte, según unos; o la desgracia, según otros, de escapar de aquella terrible plaga…
-Pero, abu, ¿por qué no paramos de viajar?
-Ya te lo he dicho muchas veces, seguimos buscando un planeta habitable que se le parezca a aquel, con cosas maravillosas de las que sólo conozco el nombre, ríos y mares con peces de mil colores, montañas nevadas, bosques con árboles y pájaros cantarines, jugosas frutas de variados sabores, praderas con flores perfumadas…
-Abu, ¿cómo se llamaba aquel planeta, que nunca me acuerdo?…
-Tierra, se llamaba Tierra.

“El rey de los virus”. Gustavo Romera Marcos

MIS PERLAS LITERARIAS 33

05-05-2020

Perdonen que insista, en palabras de Matías Prats, pero tengo que referirme otra vez a una columna de Manuel Vicent, la que publicó en El País el pasado domingo día 3. La tituló “El rey de los virus” y no necesita comentarios por mi parte.

Este proclamado rey de los virus porta sobre sus redondas sienes múltiples coronas porque reina ya en casi todos los países de nuestra pequeña gran esfera planetaria. Pero se ha convertido en un tirano inmisericorde que ostenta ya el siniestro récord de ser el asesino en serie más prolífico desde que existen datos sobre el crimen organizado. Los gobiernos, magnates, y demás dueños del dinero han puesto precio a su corona y todos los laboratorios han iniciado una carrera contrarreloj para cobrar la recompensa por una vacuna que lo derroque o, por lo menos, para quitarle esa esquizofrenia asesina. Algunos delincuentes hacen de la cárcel su casa pero ahora todo anda tan revuelto que medio mundo ha convertido su casa en cárcel. Al ciudadano raso de nada le sirven sus cinco sentidos en esta lucha a muerte porque el asesino no se ve a simple vista, ni los perros policías lo pueden olfatear, ataca en el más absoluto silencio, no deja rastro en el paladar, y no se nota al tacto agazapado en los surcos de las huellas dactilares. Todos somos ya Poncios Pilatos convulsivos para lavarnos la sospecha de nuestras dos manos siniestras. Los valientes soldados de los hospitales, las farmacias, los bancos, los supermercados y los estancos -únicos frentes activos de combate- se han atrincherado detrás de los transparentes muros de metacrilato o cristal mirando de reojo a los pacientes y clientes de toda la vida como presuntos forajidos con la cara tapada hasta que un test, verdadero o falso, no demuestre lo contrario. Todo lo que toquen sin guantes o digan con la boca destapada puede ser utilizado en su contra. De nada sirve darle a este déspota con la puerta en las narices porque, como en las películas de Hitchcock, el asesino ya puede estar cómodamente echando una cabezadita en tu sillón preferido, o mezclado en las espinacas que Popeye el Marino deglute en la lapa de la puerta de tu frigorífico. En esta película de terror, en la que todos somos protagonistas forzosos, como en todas las historias, los malos acabarán perdiendo y recibirán su merecido castigo, en eso consiste el suspense demorado hasta el final. Esperaremos, pues, a que acabe esta guerra para descubrir si los malos somos nosotros mismos.


P.D. ¡Bulo, bulo y más bulo! Confieso que este texto ha salido de mis dedos y mi teclado. Que me perdonen mis escamados lectores y, sobre todo, mi idolatrado maestro, por haber pecado contra el II Mandamiento de “no tomarás el nombre de Dios en vano”. Pero no he podido resistirme a la tentación de soñar, por un instante, que quizás alguien haya podido pensar que mis palabras eran las de un escritor tan inimitable.

"Revolución". Sławomir Mrożek

"MIS PERLAS LITERARIAS 32
04-05-2020
Este atentado contra la Humanidad es tan desconocido que incluso los políticos se han quedado sin palabras, que ya es decir, y se las han tenido que inventar. La “desescalada” no saben cómo hacerla pero está claro que la “nueva normalidad” tendrá que ser revolucionaria porque se han hecho evidentes nuestros desmanes suicidas. El cuento de hoy viene a cuento de esto. Se titula “REVOLUCIÓN” y es de Sławomir Mrożek, un escritor polaco fallecido en 2013. Ahí va completo.
En mi habitación la cama estaba aquí, el armario allá y en medio la mesa.

Hasta que esto me aburrió. Puse entonces la cama allá y el armario aquí.
Durante un tiempo me sentí animado por la novedad. Pero el aburrimiento acabó por volver.
Llegué a la conclusión de que el origen del aburrimiento era la mesa, o mejor dicho, su situación central e inmutable.
Trasladé la mesa allá y la cama en medio. El resultado fue inconformista.
La novedad volvió a animarme, y mientras duró me conformé con la incomodidad inconformista que había causado. Pues sucedió que no podía dormir con la cara vuelta a la pared, lo que siempre había sido mi posición preferida.
Pero al cabo de cierto tiempo la novedad dejó de ser tal y no quedo más que la incomodidad. Así que puse la cama aquí y el armario en medio.
Esta vez el cambio fue radical. Ya que un armario en medio de una habitación es más que inconformista. Es vanguardista.
Pero al cabo de cierto tiempo… Ah, si no fuera por ese «cierto tiempo». Para ser breve, el armario en medio también dejó de parecerme algo nuevo y extraordinario.
Era necesario llevar a cabo una ruptura, tomar una decisión terminante. Si dentro de unos límites determinados no es posible ningún cambio verdadero, entonces hay que traspasar dichos límites. Cuando el inconformismo no es suficiente, cuando la vanguardia es ineficaz, hay que hacer una revolución.
Decidí dormir en el armario. Cualquiera que haya intentado dormir en un armario, de pie, sabrá que semejante incomodidad no permite dormir en absoluto, por no hablar de la hinchazón de pies y de los dolores de columna.
Sí, esa era la decisión correcta. Un éxito, una victoria total. Ya que esta vez «cierto tiempo» también se mostró impotente. Al cabo de cierto tiempo, pues, no sólo no llegué a acostumbrarme al cambio -es decir, el cambio seguía siendo un cambio-, sino que, al contrario, cada vez era más consciente de ese cambio, pues el dolor aumentaba a medida que pasaba el tiempo.
De modo que todo habría ido perfectamente a no ser por mi capacidad de resistencia física, que resultó tener sus límites. Una noche no aguanté más. Salí del armario y me metí en la cama.
Dormí tres días y tres noches de un tirón. Después puse el armario junto a la pared y la mesa en medio, porque el armario en medio me molestaba.
Ahora la cama está de nuevo aquí, el armario allá y la mesa en medio. Y cuando me consume el aburrimiento, recuerdo los tiempos en que fui revolucionario.

P.D. Sin comentarios por mi parte, pero espero los vuestros para no aburrirnos, verbo que no viene de "burro" sino del latín "ab-horrere" que podemos traducir como "no asustarse", y es que últimamente no ganamos para sustos...