miércoles, 6 de mayo de 2020

“Días y flores”. Silvio Rodríguez

MIS PERLAS LITERARIAS 28
24-04-2020
Una tarde ya lejana, paseaba yo sin rumbo por la Explanada de Alicante y me detuve mirando a un joven, de pelo largo muy sucio y apestosa ropa mugrienta, que pintaba, en el mismo suelo y con tizas de colores, la imagen de un santo. En una esquina de su obra había un cartón con unas cuantas monedas y, al lado, cuatro versos escritos que, sin intentar aprenderlos, nunca he podido ni querido olvidar:
Si alguna vez regreso cansado
y sucio del tiempo,
es que vuelvo del mundo,
no de la montaña, no del mar.

Al oír mi calderilla en el cartón, me lo agradeció con su mirada aquel pintor de pelo radiante y ropa impoluta con olor a resina de pino y salitre de mar.
Me intrigaron aquellos versos sin conocer realmente al autor pero ahora, con el tiempo y la paciencia de esta cuarentena, he descubierto una versión en la penúltima estrofa de la canción “Días y flores” de Silvio Rodríguez. Pero sigo albergando la eterna duda del huevo y la gallina. Vaya hoy, mi modesto recuerdo, no para matar a estos dos pájaros de un tiro, sino con el deseo de que vivan para siempre.
No he querido usar la tijera porque esta canción es más hermosa sin podar.
Si me levanto temprano,
fresco y curado, claro y feliz,
y te digo: «voy al bosque
para aliviarme de ti»,
sabe que dentro tengo un tesoro
que me llega a la raíz.
Si luego vuelvo cargado
con muchas flores ―mucho color―
y te las pongo en la risa,
en la ternura, en la voz,
es que he mojado en flor mi camisa
para teñir su sudor.
Pero si un día me demoro
no te impacientes,
yo volveré más tarde.
Será que a la más profunda alegría
me habrá seguido la rabia ese día:
la rabia simple del hombre silvestre
la rabia bomba, la rabia de muerte
la rabia imperio asesino de niños
la rabia se me ha podrido el cariño
la rabia, madre, por Dios, tengo frío
la rabia es mío, eso es mío, sólo mío
la rabia bebo pero no me mojo
la rabia miedo a perder el manojo
la rabia hijo zapato de tierra
la rabia dame o te hago la guerra
la rabia todo tiene su momento
la rabia el grito se lo lleva el viento
la rabia el oro sobre la conciencia
la rabia coño, paciencia, paciencia.
La rabia es mi vocación.
Si hay días que vuelvo cansado,
sucio de tiempo, sin para amor,
es que regreso del mundo,
no del bosque, no del sol.
En esos días, compañera,
ponte alma nueva
para mi más bella flor.
P.D. Apuntaré que esta canción, grabada por el autor en 1975, fue censurada en España sólo por contener una palabra… ¡Coño con la censura!

1 comentario:

  1. Es frecuente, entre personas, tener iguales, o parecidos, pensamientos poéticos, aunque los separen distancia, tiempo... y otras variantes...¡FELIZ AÑO!

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