MIS PERLAS LITERARIAS 35
08-05-2020
Hace unos días y desde aquí, mi amigo Juan José Navarro Avilés me pidió algún texto en nuestro dialecto murciano, y hoy quiero cumplir la promesa que le hice. To ha sío mentar a mi amigo y me s´han despertao en el cielo de la boca toas las palabricas murcianas que tenía arrinconás. Pa quien no tenga el busto de conocel.lo entoavía, tengo que icil.le que, como su maere tuvo el antojo de un panochico, no se le ocurrió otra cosa que parirlo en el mismico El Esparragal, y atinó de lleno. Pero el zagalico salió mu espabilao y llegó na menos que a inginiero naval manque nunca orvidó el sitio de su nacencia. Su sapiencia en lo tocante a los barcos le sirvió p´hacerse buque insirnia pa la defensa a brazo partío de los munchos brillos de nuestra lengua maere, con la mesma que ha ganao munchas medallas como perráneo del Bando de la Güerta de la capital, a más de otros premios y libros en los que, escarcullando, ha rejuntao lo mejorcico de lo que han escribío nuestros paisanos murcianicos. Pa que no se quede to en flores, manque sean merecías, voy a referir, con el premiso que me da su amistá, una soflama que entituló “Viviendo con priesa”, y que viene al caso poique su arvintencia, por esjracia, nos la está racalcando con creces este encerramiento por culpa de un bicho tan creminal y resistior.
VIVIENDO CON PRIESA
¿Qué tendrá mi páere
metío en la caeza?
Tó el día encerrao,
que ni habla siquiera
y, cuando te mira,
páe que te dijiera:
¡ejarme solico,
náica m'interesa!
Naide cuando joven
le mojó la oreja
pos jue par trebajo
icen, una fiera;
y si es pa su casa,
tó un ejemplo era,
¡a tós nus trataba
con una terneza!...
Cuando angunas feces,
siempre a su manera,
él quería contarme
juera lo que juera,
yo nunca podía,
siempre iba con priesa.
***
Jue pasando er tiempo
sin darnos ni cuenta
y abora que yo
me arrimo a su vera
y quió que me cuente
las historias fiejas
sobre los raijos
de mi parentela
que tan bien guardaos
él tié en su mollera,
él ya no responde,
ni ascucha siquiera.
Quisiá que me cuente
sus gozos, sus penas,
pa sentirme su hijo
completo y de veras
pero él, callao,
baja la caeza...
Cuando llegue el día
en el que se muera,
tó será pa mí
su casa, sus perras...
pero ese vacío
qu'en mi alma quea
no poerá llenarse
con denguna herencia.
¿Por qué no vería
hace tantas yerbas
lo que a él le bustaba
tenerme a su vera?
***
Aboa mis zagales
van tamién con priesa
y nunca t'ascuchan,
¡no les interesa
cuando quió contal.les
ambuna simpleza!
Será ley de vía
y que no hay enmienda
pero, si lo pienso,
m'entra muncha pena
de que tós vivamos
corriendo, con priesa,
cuando lo importante
son las cosas esas
que son sencillicas,
que no cuestan perras,
las que te mantienen
atao a la tierra
y, como presona,
completo te dejan...
¡qu'están en la casa
y no se tién juera!
***
A mi probe páere
l'ha entrao la tristeza...
y, a mí, si lo pienso,
argo asina me entra
si veo el dequivoco
de la vida nuestra.
(Incluido en su libro "La literatura en Murciano", que contiene obras de autores de toda la Región).
P.D. Como se m´ha llenao la boca refiriendo a mi amigo Juan José, se m´ha sartao el agua y, como hay más días que ollas, he dicidío dejar lo prometío pa mañana. Los lo prometo.
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